Combatir a los huachicoleros como trabajador de Petróleos Mexicanos no es nada fácil.
Las cuadrillas de petroleros que trabajan en la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex, se mueven constantemente en tareas de vigilancia de la red de ductos y cada vez con mayor frecuencia, dado que el crimen organizado que se dedica a realizar tomas clandestinas también está intensificando este delito.
El director de Pemex, Carlos Treviño Medina acepta que con el efecto “cucaracha”, por la forma como se mueven los huachicoleros, es complicado atender tomas clandestinas.
“Antes teníamos equipos y brigadas que tapaban esporádicamente las tomas clandestinas. Hoy hay cuadrillas en diferentes sitios de México tapando permanentemente, o sea, van y tapan entre tres o cuatro al día”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, petroleros adscritos a la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex reconocen que cada vez es más complicado atacar ese problema.
“Para nosotros resulta cada vez más riesgoso, porque tenemos que enfrentar a bandas de delincuentes que nos superan en número y equipos y traen armas”, señalan al pedir el anonimato para evitar consecuencias si el crimen organizado los identifica.
—¿Cuántos trabajadores de Pemex realizan la tarea de vigilancia de los ductos de Pemex? Se les pregunta.
La respuesta es negativa: “no podemos dar ni el número, ni cualquier otro dato que nos comprometa, porque además tenemos un compromiso con la empresa”.
—¿Y cuánto ganan?
—Este año, los trabajadores del nivel 17 tenemos un salario base de 4 mil 962.60 pesos catorcenales, excluidas prestaciones como bono de productividad, tiempo extra adicional, tiempo extra ordinario, ayuda para gas, canasta básica y gasolina.
Dicha información fue corroborada con la que entregó la Dirección Corporativa de Administración de Servicios de Pemex a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.
En los últimos seis años, periodo en el que se recrudeció la presencia del crimen organizado a lo largo de los 17 mil kilómetros de red de ductos, estos trabajadores recibieron un alza salarial de 964.78 pesos catorcenales.
En 2012, cada uno de estos trabajadores recibía un salario base de 3 mil 997.82 pesos catorcenales. Este año recibe 4 mil 962.60 pesos.
Cuando se incluyen las prestaciones para un trabajador petrolero de este nivel: mil 463.97 pesos por productividad; 563.50 pesos por tiempo extra adicional; mil 127.10 pesos por tiempo extra ordinario; ayuda para compra de gas, mil 166.50 pesos; para canasta básica, mil 646.50 pesos; y para gasolina, 4 mil 483.60 pesos, el salario bruto asciende a 15 mil 413.87 pesos catorcenales, recursos por los que exponen diariamente su vida, aunque no son policías, para vigilar la infraestructura de la petrolera y en especial los ductos que son blanco de los huachicoleros.
Consultada al respecto, Pemex indicó “los elementos de seguridad de la empresa tienen percepciones mayores, por la labor que realizan, a diferencia de los que llevan a cabo tareas administrativas”.
Extienden fuerza. En esos mismos seis años, de acuerdo con los informes de Pemex, la actividad de la delincuencia organizada para sustraer toda clase de hidrocarburos de sus ductos se intensificó, obligando a desplazar al personal de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica a más lugares y con mayor frecuencia.
Hace seis años, por ejemplo, los huachicoleros realizaban una toma clandestina cada 10.39 kilómetros, en promedio a lo largo de la red de ductos que transportan sobre todo petrolíferos, entre los cuales se incluyen gasolinas y diésel.
Para el cierre de 2017, se registró en promedio una perforación ilegal cada 1.6 kilómetros y para el primer trimestre de 2018 es de 4.6 kilómetros, longitud que se irá cerrando conforme se dé a conocer el número de tomas en lo que resta del año.
De hecho, con la tendencia que está siguiendo, es posible que el número se situé entre 12 mil y 13 mil una vez que concluya el año, por lo que las perforaciones pueden estar ubicadas entre 1.4 y 1.3 kilómetros de distancia cada una de ellas en promedio.
Apenas el pasado viernes 30 de abril, dos trabajadores de Pemex encargados de realizar labores de vigilancia en Matamoros, fueron atacados por un comando que realizó 60 disparos al automóvil en donde viajaban realizando trabajos de vigilancia de las instalaciones de Pemex.
Uno de ellos murió y el otro resultó herido. Treviño Medina dijo que “no habrá tregua para quienes atentan contra la integridad de nuestros trabajadores”.