Trasladar la Secretaría de Educación Pública (SEP) a Pueblapodría afectar a más de 17 mil trabajadores e implicaría mudar 40 edificios que tiene la dependencia federal en la Ciudad de México.

Especialistas consideraron que esa acción puede resultar demasiado costosa y distraer la atención de asuntos más urgentes relacionados con el tema educativo.

En la Ciudad de México, la SEP tiene contratados a 17 mil 421 empleados en 40 inmuebles. De ellos, 13 mil 421 laboran en el sector central que opera en 22 edificios. Del total, 15 son de propiedad federal y 25 arrendados, de los cuales en 18, casi 4 mil trabajadores están adscritos a los órganos desconcentrados y descentralizados.

Para especialistas en el tema educativo, trasladar esta infraestructura y recursos humanos a Puebla puede resultar demasiado costoso y distraer la atención de la administración federal de asuntos más urgentes que están en manos de la dependencia, por ejemplo, avanzar o tirar la implementación del nuevo modelo de enseñanza.

“La SEP gasta mucho en rentas. Últimamente ha buscado que las direcciones no estén tan desperdigadas. ¿Descentralizar en Puebla? Es una cuestión de contrastar vistos y beneficios. En suma: no precipitarse y estudiarlo con detenimiento”, consideró Aurora Loyo, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desde la campaña presidencial, el virtual presidente electo,Andrés Manuel López Obrador, propuso trasladar las dependencias federales fuera de la Ciudad de México con el objetivo de generar derrama económica en otras regiones.

El 17 de junio, Esteban Moctezuma Barragán, quien se prevé ocupe la cartera educativa, dijo que la SEP se tras- ladaría a Puebla.

Carlos Ornelas, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró que mudar oficinas de la dependencia federal es un asunto “muy complejo”, porque involucra a miles de trabajadores, por lo que se requiere reflexión y cálculo, principalmente por la cuestión de los recursos humanos y las dificultades que implica que tanta gente cambie su residencia.

Recordó que en 1986 hubo muchos problemas para trasladar la sede del entonces Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) a Aguascalientes, que en ese momento tenía 800 trabajadores: “Yo no lo veo factible en el corto plazo. Si quiere tener estas oficinas descentralizadas es un problema para el gobierno central”, indicó.

“¿Por qué la Secretaría de Marina está en la Ciudad de México si no tenemos mar?”, se pregunta Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, quien ha escuchado la idea de descentralizar las dependencias del Poder Ejecutivodesde hace años.

El problema es que la descentralización efectiva de la SEP y otras instancias no requiere necesariamente trasladar sus sedes, sino generar iniciativas propias. Lo que hace falta es una descentralización funcional, no geográfica: en la que haya un diálogo entre secretarios de Estado, con una capacidad de acción que les permita convertirse en ministros de sus carteras, indicó.

Descentralización de la Sedesol. El traslado de la sede de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a Oaxaca, como lo ha adelantado López Obrador, pareciera ser más una decisión de índole política, debido a que en esta entidad se encuentra un elemento clave: los maestros de la Sección 22 que opera la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por lo que el nuevo gobierno buscará que el magisterio disidente no le genere problema, aseguraron expertos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, consideraron que es urgente que la administración entrante explique con detalle si le resulta más rentable mover a la Sedesol y demás dependencias al interior de la República, y explicar los elementos que se hicieron para determinar los lugares a los que se moverán.

Susana Ochoa de Rojas, académica e investigadora de la Universidad Panamericana (UP), señaló que a pesar de que descentralizar a la Ciudad de México es una buena propuesta “por el bien de la propia ciudad” se deben conocer con profundidad los motivos que llevaron a elegir los estados para albergar a las dependencias.

“La descentralización de varias secretarías se antoja atractiva para la misma Ciudad de México, pero no sé si esta oferta es realmente consciente o sólo una promesa sin sustento. Oaxaca es uno de los estados con mayores niveles de pobreza, pero, ¿por qué no en Chiapas o Guerrero?, que son igual o más pobres que Oaxaca. Pareciera ser que tiene tintes políticos, debido a que no se conoce el motivo principal. Podría ser que es para que no le generen problemas los maestros de la Sección 22, de la CNTE”.

Marco Fernández, profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, indicó que López Obrador y su gabinete deben hacer público los análisis que los llevaron a proponer mover la mayoría de las dependencias federales de la Ciudad de México, “sobre todo a la luz de que vendrá una discusión pronto del paquete económico para el próximo año y se necesitan hacer los cálculos que sean necesarios por los diputados al momento de hacer las asignaciones respectivas”.

En la Ciudad de México laboran en la Sedesol alrededor de 2 mil 33 trabajadores en cinco edificios, los cuales se localizan en Paseo de la Reforma 51 y 116, esta última funciona como sede nacional; otro edificio se ubica en calle Misisipi 49, donde está la subsecretaría de Desarrollo Social y Humano; así como el inmueble en la colonia Tepepan, lugar que sirve para resguardo de vehículos y del archivo de la dependencia. La secretaría también cuenta con un Cendi que atiende a los hijos de empleados.

Información de la dependencia federal detalla que en la capital de la República, de los 2 mil 33 trabajadores, 34 son mandos superiores, 640 laboran con la categoría de mandos medios, 201 trabajan en el área de enlace, 188 son de confianza y 970 son operativos de base.

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