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Rayón.- José Luis fue el niño seleccionado para ser soldado por un día en la 22 Zona Militar del municipio de Rayón. Es un menor de 14 años con síndrome Coffin Lowry, quien desde los dos meses de edad llegó al DIF Estado de México, donde los terapeutas y enfermeras se convirtieron en su familia.
Lo que más le gusta, aparte de armar rompecabezas, es bailar cumbias; es un niño feliz y sociable.
Su diagnóstico es un trastorno genético raro y neurológico caracterizado por retraso psicomotor y del crecimiento, dismorfismo facial, anomalías en los dígitos y cambios esqueléticos progresivos, pero este viernes cumplió uno de sus más grandes sueños: convertirse en soldado.
A las 09:00 horas fue recibido en las instalaciones de la Zona Militar, localizada en el Valle de Toluca. Un grupo de soldados le mostraron las instalaciones y lo acompañaron en su jornada del día, que comenzó al vestirse como un soldado; con un traje de camuflaje color verde y una boina.
Foto: Jorge Alvarado / EL UNIVERSAL
Más tarde desayunó, conoció la radiocomunicación que tienen los soldados de las diferentes regiones de la entidad, se subió a uno de los camiones, conoció el avión del Ejército y convivió con personas que jamás había visto.
Foto: Jorge Alvarado / EL UNIVERSAL
Al término de su recorrido, recibió un sobre con su pago por haber servido a la Nación por un día y una gorra que lo identifica como militar. Así, "Choche" se convirtió en el séptimo niño elegido para el programa militar.
Mamá Car, como le llama "Choche" a su terapeuta, platicó que este viernes fue sin duda uno de los días más emocionantes en toda la vida, porque siempre le ha llamado la atención todo lo relacionado con el Ejército.
Foto: Jorge Alvarado / EL UNIVERSAL
“Es mi hijo, es parte de mí. Siempre hemos estado juntos y sí, claro que me siento muy feliz porque es un niño que pasa su día como cualquier otro; llega temprano a la escuela, asiste a sus terapias, desayuna, come y cena, se relaciona con los chicos de servicio social de medicina o terapia física y hoy es el más alegre de todos, por eso yo soy feliz”, platicó María del Carmen, la terapeuta.
Foto: Jorge Alvarado / EL UNIVERSAL
La subdirectora del DIFEM, Perla Nieto Santamaría, platicó que “Choche”, como todos conocen a José Luis en el albergue, es un niño feliz, quien siempre ha expresado su deseo por ser soldado, de modo que esta visita a la zona militar fue una sorpresa.
José Luis tiene como tutor a la Institución estatal, pues con apenas un par de meses fue abandonado en las calles de uno de los 125 municipios mexiquenses y, a pesar de la investigación para localizar a su familia, nunca hallaron a nadie que se hiciera cargo de él, por lo que está abierta la posibilidad de ser adoptado; sin embargo, son pocos los matrimonios que lo pedirán, pues no hay certidumbre sobre que el tratamiento que recibe permita una evolución mayor en el pequeño.
“Por lo regular, los niños que están en el centro de atención y que tienen una discapacidad son poco solicitados, casi puedo decir que sólo el 5% de los niños con una discapacidad logran tener un hogar sólo si es un padecimiento intelectual leve”, explicó la subdirectora.
En el DIFEM hay cuatro tipo de espacios de atención, actualmente con 251 niños en total. En Casti, que es el primer lugar a donde son canalizados los menores cuando llegan al DIF mexiquense, atienden a 74 hombres y 86 mujeres, en Castri, donde canalizan a niños con alguna discapacidad tienen a 19 hombres y 12 mujeres.
En el albergue permanente, llamado Villa Hogar, donde están los niños pequeños, hay dos hombres con condiciones especiales y 28 mujeres; en Villa Juvenil, donde albergan adolescentes, tienen 34 personas en total.