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Apolonio de 65 años de edad, originario del estado de Durango, no soportó ver a su esposa con su nueva pareja, y les quitó la vida; horas después se suicidó afuera de una funeraria, donde había pagado sus propios servicios fúnebres.
A mediodía del domingo 16 de septiembre fueron localizados los cuerpos de Sara de 50 años y de Florencio de 58 años de edad, en un campo agrícola del Valle de San Luis Río Colorado, municipio ubicado al noroeste del estado, a 630 kilómetros de Hermosillo, capital de Sonora.
La pareja que fue ultimada a tiros, tenía su domicilio en el ejido Lagunitas, comunidad rural de este municipio.
Al iniciar con las investigaciones del crimen, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, buscaron al ex esposo de la mujer de quien se había separado dos meses atrás.
Este lunes 17 de septiembre, a las 8.30 horas, Apolonio, quien tenía su residencia en Welton, Arizona, llegó a la funeraria ubicada en la calle 12 y Callejón Libertad, de la colonia Sonora; habló con el empleado y le comunicó que iba a liquidar un paquete funerario con 200 dólares.
Luego le comentó que iría a una casa de cambio, pero al regresar dijó: “Compa, me di un tiro y no me morí, me voy a dar otro”. Según narró el empleado de la funeraria, salió corriendo, pero le alcanzó a ver una pistola en la mano y a los pocos segundos escuchó un disparo.
En el Informe Policial Homologado (IPH) se asentó que en el lugar se encontraron dos casquillos, los dos disparos que tenía en el pecho Apolonio.
Al lugar, llegaron elementos de servicios periciales y de medicina legal para dar fe de los hechos.
Los agentes policiacos pudieron cotejar que el hombre tendido en el suelo sin vida, era el sospechoso del doble homicidio ocurrido un día antes.
Desde el pasado 28 de agosto, el hoy occiso acudió a la oficina de la funeraria para pagar su servicio fúnebre, y pidió que en caso de morir, su cuerpo fuera trasladado a su natal Durango.