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La contratación de personal sin autorización de la SEP ni Hacienda, desorden financiero de administraciones anteriores, malas políticas en jubilaciones, así como prestaciones onerosas en algunos casos, son parte del problema que tiene en jaque al menos a nueve universidades públicas del país.
Son las universidades autónomas de Oaxaca, Chiapas, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Zacatecas, Tabasco, Estado de México y Michoacán, cuyo déficit en conjunto supera los 16 mil millones de pesos.
El problema se recrudeció debido a que ya no contaron con los recursos del programa U081 (Apoyos para la Atención a Problemas Estructurales de las Universidades Públicas Estatales), el cual era utilizado para paliar el endeudamiento de estas instituciones y ya no fue considerado en el presupuesto federal de este año.
Este es el origen de la crisis financiera en cinco de las nueve instituciones con mayores problemas económicos.
La UAS
La Universidad Autónoma de Sinaloa padece un déficit de mil 772 millones 212 mil pesos. El rector, Juan Eulogio Guerra Liera —cuya esposa y dos de sus hijos son funcionarios universitarios—, cuenta con un salario integrado con bonos que era de 183 mil pesos mensuales, pero desde enero pasado es de 104 mil 311 pesos, debido al plan de austeridad.
En la década de los 70, la a UAS implementó la política de la jubilación dinámica del personal universitario (derogada en 2007) para empleados con 25 años de servicio, lo que implicó que a la fecha se tenga que cubrir una nómina de 844 millones de pesos anuales para 6 mil 375 jubilados.
De acuerdo con el rector, el déficit acumulado por la universidad se debe a que en los recursos que reciben del gobierno federal no se incluye el pago de jubilados y pensionados ni los docentes del nivel bachillerato.
Desde 2015, las condiciones para el personal de nuevo ingreso cambiaron. Por ejemplo, la pensión por muerte —sin importar la antigüedad— es de 60% del tabulador salarial, y no del 100%, a cubrir a los huérfanos hasta la edad de los 18 años.
UAZ
Desde hace dos décadas, la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) arrastra un déficit financiero de 2 mil 100 millones de pesos debido al incumplimiento de impuestos ante Hacienda y contribuciones ante el ISSSTE, principalmente.
La institución debe cerca de 900 millones de pesos al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR); 560 millones, al ISSSTE; 225 millones, al ISR; 248 millones, al Fovissste, y 200 millones al SAT, que suman más de 2 mil 100 millones de pesos.
El primer colapso de la UAZ ocurrió en 1999 por una omisión en el pago de 8% que correspondía a los trabajadores. En 2004, en el periodo del rector Alfredo Femat Bañuelos (2004-2008), los adeudos fueron impagables porque las autoridades universitarias usaban el recurso de las cuotas obrero-patronales para cubrir sueldos y prestaciones.
En 2005 se rescató a la universidad tras solventar un adeudo por más de mil 500 millones de pesos con el pago de varios edificios, pero a la par consiguieron recursos extraordinarios para construir el Campus Siglo XXI.
De acuerdo con informes del último rescate financiero, de 2005 a 2008 se establecieron acuerdos que proyectaban para 2011 sanear las finanzas de la universidad al 100%, pero en la administración de Francisco Javier Domínguez Garay (2008-2012) se incumplieron varios puntos, como ampliar la matrícula, contratación de nuevas plazas y la construcción de nuevos planteles, por lo que los presupuestos autorizados no cumplieron con los compromisos.
El actual rector, Antonio Guzmán Fernández, lamentó que el Fondo U081 haya desaparecido, pues ha significado una asfixia presupuestal para una decena de universidades públicas, incluida la suya, pero además argumenta que la SEP no ha reconocido mil 427 plazas de maestros para atender a una población de casi 40 mil alumnos.
UAEM
La crisis financiera en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) existe desde hace tres administraciones. En este momento cuenta con recursos para pagar salarios hasta fin de año, sin embargo, no tiene para aguinaldos ni otras prestaciones laborales.
Uno de los puntos que abonan a esta crisis es que trabajadores académicos y administrativos perciben tres meses de aguinaldo, igual que los trabajadores al servicio del gobierno del estado. Otro es que los trabajadores sindicalizados tienen como prestación permisos para ausentarse hasta 90 días con goce del 50% de su salario.
El déficit financiero de la UAEM se acentuó en la gestión de Alejandro Vera Jiménez (2012-2018), con una crisis que superó los mil 200 millones de pesos por el costo de su nómina, el pago de pensiones y jubilaciones, las prestaciones laborales no reconocidas y la inversión al Programa de Estímulos al Desempeño Académico, acusan las actuales autoridades universitarias.
A esa crisis financiera se suma la deuda de 300 millones de pesos que tiene con el IMSS por concepto de pago de cuotas obrero-patronales desde 2017.
El rector Gustavo Urquiza Beltrán asegura que a su llegada, en diciembre de 2018, aplicó un programa de austeridad que logró bajar el déficit a 800 millones de pesos, pero el plan de ahorro no ha sido transparentado ante la SEP y el gobierno estatal. Actualmente la UAEM recibe 2.5% del presupuesto total que presenta el gobierno de Morelos, pero el rector pide crecer el porcentaje al 3% y así resarcir el déficit de la universidad.
UAN
Para cerrar el presente año, la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) requiere 800 millones de pesos: 500 millones para el pago de nómina y prestaciones, y 300 millones para saldar deudas con el IMSS, Hacienda y otros acreedores.
Sin embargo, la deuda pública por concepto de adeudos de ejercicios fiscales anteriores asciende a mil 556 millones 571 mil pesos, mientras que los pasivos a corto plazo son de 462 millones 646 mil pesos, lo que suma un total de 2 mil 19 millones 217 mil pesos en deudas.
El rector de esta casa de estudios, Jorge Ignacio Peña González, explicó que las causas que provocaron esta crisis financiera fueron la contratación de personal sin reconocimiento presupuestal, el déficit del fondo de pensiones, la falta del subsidio estatal a la casa de estudios durante 18 meses entre los años 2010 y 2011, el financiamiento de programas de desarrollo académico sin el techo presupuestal respectivo y los altos pasivos con entidades del sector público.
Al hablar de números, Peña señala que sólo el no reconocimiento de plazas por parte de las autoridades federales genera un déficit de unos 30 millones de pesos; además, parte de la matrícula de bachillerato tampoco está reconocida en el subsidio federal.
También se arrastra el pago de un crédito de 500 millones de pesos contratado en 2015 —con Juan López Salazar— de manera irregular y en condiciones desfavorables para la casa de estudios, el cual genera una erogación anual de 120 millones de pesos.
Actualmente, la universidad nayarita cuenta con 2 mil 800 docentes y 3 mil trabajadores administrativos y, según el portal de transparencia de la institución, su presupuesto 2019 es de mil 845 millones 982 mil pesos, de los cuales mil 331 millones 463 mil pesos se destinaron a pago de nómina.
UABJO
La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) cerrará 2019 con un déficit financiero de 655 millones 703 mil 561 pesos, de los cuales 115 millones 394 mil 22 pesos corresponden a este año y requeriría un incremento de 45% en su presupuesto para abatir el déficit, según la secretaria de Finanzas de la institución, Verónica Jiménez Ochoa.
De 2016 a la fecha, la asignación de recursos para la universidad ha ido a la baja: de 53.15% de 2016 a 51.68% en 2019, lo cual contrasta con el crecimiento de la matrícula de 2013 a 2018 en los niveles superior y medio superior.
Otro de los factores que ha contribuido a esta crisis, de acuerdo con Jiménez Ochoa, es la disminución de fondos extraordinarios como el Fondo de Apoyo para el Saneamiento Financiero y el programa de Reconocimiento de Plantilla.
Un factor más del déficit financiero es el personal o plantilla de trabajadores no reconocida por la SEP, y que, por tanto, carece de un presupuesto para sus salarios y prestaciones laborales. En total la UABJO tiene 3 mil 610 empleados, pero los gobiernos federal y estatal sólo reconocen 2 mil 510.
“Un problema más es la falta de un sistema de pensiones y jubilaciones, porque con subsidio ordinario tenemos que cubrir las percepciones de jubilados y estas ascienden ya a 32.1% de la plantilla total, muy por debajo del total de la plantilla de académicos de 33%; es decir, prácticamente ya estamos a la par”, alertó la funcionaria.
La universidad otorga al trabajador jubilado el 100% de su último salario, más prestaciones, además de la pensión del IMSS.