"Francisco", de 31 años, cuenta a EL UNIVERSAL que el coronavirus es como una gripe, pero muy fuerte; sin embargo, llama a no tenerle miedo, pero tampoco a bajar la guardia.
Señala que actualmente lleva radicando seis meses en Estados Unidos por su empleo y que regresó a México el pasado viernes 13 de marzo.
El hombre comenta que se trasladó de Boston a Washington y de ésta última ciudad estadounidense viajó a la Ciudad de México, y que “no había muchos protocolos en las aerolíneas, al menos en la que viajé no”, dice.
Acota que tampoco fue sometido a pruebas de toma de temperatura ni a cuestionamientos médicos.
“No, ninguno. Tampoco hubo preguntas sobre la salud de los pasajeros”.
“A algunas personas las veía con cubrebocas, a la mayoría no, pero sí es una realidad que los aeropuertos estaban vacíos, los aviones no tenían tanta afluencia de gente. Fuera de eso, normal”.
“Las veces que he viajado, el avión viene lleno y en esta ocasión yo creo que estaba al 70, 75% de su capacidad. Viajé en un vuelo de United Airlines”.
“No que yo recuerde”.
En entrevista con El Gran Diario de México, “Francisco” relata que se enteró del coronavirus cuando el brote colapsó las provincias de China en enero pasado.
“No le di mucha importancia, no lo estábamos viviendo. Le empezamos a dar importancia hasta que se declararon algunos estados de emergencia en Estados Unidos. Massachusetts fue uno de los principales, que es donde estoy viviendo", dice.
“Como medida nos mandaron a home office y se empezaba a ver el pánico en la gente, compras de pánico. Empezaron a cerrar los lugares poco a poco, los gimnasios, bares, restaurantes, no se veía gente en la calle, en los restaurantes también”, explica.
“Francisco”, quien prefiriere mantener su verdadera identidad en el anonimato, comenta que día 13 de este mes arribó a la capital del país y que esa noche durmió en casa de sus abuelos. “Renté un Airbnb, pero estaba disponible hasta el sábado”.
Agrega que esa misma noche salió de fiesta con unos amigos y que no tenía ningún malestar.
“El sábado fui al acuario con mi familia, tampoco presenté ningún síntoma, y hasta el domingo me empezó a dar un poco de dolor de garganta, pero se lo atribuí a la contaminación. El lunes igual, seguí con malestar en la garganta y un poco de cuerpo cortado, pero sin nada de fiebre ni tos tampoco.
“El martes ya empecé a tener tos y un poco de dificultad respiratoria, y me dio un poco de fiebre en la noche; entonces, el miércoles decidí ir al hospital temprano.
“Cuando llegué al hospital no tenía fiebre, entonces no me realizaron la prueba, y el martes en la tarde, que ya presentaba fiebre, volví a ir a un hospital para que (me) revisaran. Fue cuando me aislaron y me dijeron que me iban a hacer la prueba de Covid-19".
“Primero fui al ABC de Observatorio en la mañana, ahí me dijeron que posiblemente no tuviera nada y que no tenía todos los síntomas. Yo me salí del hospital, dijeron que si de todas formas yo quería, ellos me hacían la prueba, pero la verdad es que no pensé que tuviera Covid-19, entonces, yo decidí retirarme del hospital.
“Solamente fui con la intención de que me aplicaran la prueba, pero al final decidí ya no hacerla”.
“Me dijeron que entre 7 mil y 9 mil pesos”.
“Pensaba ir a Médica Sur, pero empecé a leer el protocolo de los hospitales privados para la prueba y leí que a fin de cuenta ellos aplicaban como un filtro y quien realmente aplicaba la prueba era, no recuerdo el nombre de la organización, pero es algo así como la 'organización epidemiológica del gobierno de la Ciudad de México', quien realmente aplicaba la prueba.
“Entonces, ya no vi caso de ir a un hospital privado y me fui al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, ahí me hicieron algunas preguntas. Decidieron que me iban a aislar, pero no tenían cupo, entonces me mandaron al hospital de Nutrición (Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán)”.
“Había alrededor de 25 personas con sus familiares. Estuvo un poco raro porque primero me mandaron a pagar a caja y me dijeron que me iban a aislar, después se dieron cuenta que en efecto no había cupo y fue cuando me dijeron que (iría a Nutrición)”.
“De revisión fue con mención de que venía por posible Covid-19 (y) enseguida me aislaron, me pidieron que me lavara las manos y me pusieron un cubrebocas especial. Me pusieron en un consultorio aparte, me hicieron unas entrevistas de cuándo había llegado, dónde había estado, cuáles eran mis síntomas y desde cuándo los tenía.
“Me hicieron una tomografía, entonces, en la tomografía se dieron cuenta que tenía una neumonía muy leve y decidieron hospitalizarme, me dijeron que no sabían todavía si tenía Covid-19, que iban a aplicar la prueba, pero que por la neumonía tenía que quedarme en observación.
“En todo momento me explicaron de qué trataba la enfermedad, cuáles eran los pasos a seguir en caso de que la tuviera y todo eso".
“Yo ya lo sospechaba; de hecho, por eso decidí acercarme a un hospital, entonces yo iba muy tranquilo y me explicaron que en caso de ser sospechoso me iban a aislar y me iban a hacer las pruebas para el Covid-19”.
“Meter dos hisopos: uno en la garganta y uno en la nariz”.
“Alrededor de ocho horas, y pues realmente lo que hicieron fue explicarme que salí positivo a la prueba, que voy a estar aislado, que me iban a asesorar si me iban a dar de alta o no, de acuerdo a cómo iba evolucionando la enfermedad.
“Me explicaron que me encontraba bien, que la neumonía no había avanzado, que estuviera tranquilo, que se iban a poner en contacto con mis familiares para darles indicaciones”.
“Sí, la verdad es que me había informado y aparte de todas las indicaciones que habían dado en Estados Unidos, ya sabía esta parte de que tenía que estar aislado y todo eso”.
El hombre señala que notó la existencia de medidas de protección en el Hospital de Nutrición, pero indica que estuvo en contacto con ocho personas durante su estadía en México.
“Ahorita ya están aislados, entre esas personas, mi familia. Ellos ya se aislaron y está atentos (en casa)”.
“No, posiblemente en Estados Unidos porque tengo entendido que el virus tarda 14 días en incubar; entonces, yo ya traía el virus desde allá”.
“Se asustaron, les dio un poco de nostalgia, pero me han estado apoyando en todo momento. Ellos no pueden entrar a la habitación, sólo el personal médico”.
“Creo que las medidas han sido insuficientes, creo que les falta trabajar todavía en eso. Desde mi perspectiva, deberían de decretar el estado de emergencia para evitar que la gente esté saliendo”.
“No es un juego, realmente existe y deberían de tomar medidas de precaución para que no se propague, no es una enfermedad mortal, pero sí es una enfermedad muy contagiosa y una gran parte de la población lamentablemente no tiene los recursos suficientes para poder atenderse.
“Habría que pensar en ellos y evitar que esta enfermedad, que es muy contagiosa, se siga propagando, porque la verdad es que yo no creo que el sistema de salud mexicano vaya a poder atender a tanta gente en el caso de que esto explote y haya muchos enfermos”.
“Me han dicho que ahorita estoy estable y que posiblemente mañana me vaya de alta si todo sigue bien y que nada más voy a tener que estar aislado en mi domicilio”.
“Creo que estoy en un piso en donde nada más estoy yo, la habitación es una completa, amplia, con baño, traigo cubrebocas, todas las personas que entran a la habitación usan guantes, bata, goggles y también cubrebocas, se los quitan al salir y los tiran a la basura”.
“Ahora (estoy) bien, me siento bien, estoy estable. También me gustaría decirle a la gente que pierda el miedo, que no es más que una gripe bastante fuerte, que si no se cuida y no se controla, lo principal que hace es atacar los pulmones; hay que cuidarse bien, pero no es tampoco para asustarse y perder la cabeza.
“Empecé con picazón en la garganta, con dolor de cabeza, cuerpo cortado, tos un poco seca y el principal síntoma que tuve fue que sentía mucha mucosidad en los pulmones, una mucosidad muy pegajosa”.
El hombre recomienda a la población que “no se asusten” y que no entren en pánico, que tomen las medidas para evitar que se propague la enfermedad, para las autoridades que actúen de manera efectiva y que realmente pongan protocolos para que la gente no esté saliendo de sus hogares.
etp