Ana Gabriela Guevara, investigada durante el gobierno de Felipe Calderón por defraudación fiscal, fue perdonada por este delito en agosto de 2014, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, un mes después de que la exvelocista declinara a ser la candidata de Morena a la gubernatura de Sonora.

El 14 de marzo de 2014, en una gira por Sonora, el entonces líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que los candidatos a postular para la elección de gobernador en 2015 serían Ana Gabriela Guevara Espinoza o Alfonso Durazo Montaño.

Justo en esos meses cuando se definía internamente el candidato de Morena en Sonora, la entonces senadora intentaba librarse de una acusación penal que se encontraba congelada en un juzgado federal, pero que una vez que dejara el cargo se reactivaría.

La investigación en contra de la exmedallista olímpica venía desde el sexenio de Calderón Hinojosa, cuando en mayo de 2010 los contadores de Hacienda detectaron que había omitido el pago de impuestos en 2005, ocasionando un daño al erario por 699 mil 681 pesos con 35 centavos, de acuerdo a documentos obtenidos por este medio.

El 11 de agosto de 2014, altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entonces dirigida por Luis Videgaray, elaboraron un escrito para otorgarle el perdón fiscal y solicitar el sobreseimiento del proceso penal seguido en un juzgado federal.

El perdón fiscal es una figura prevista en el artículo 92 del Código Fiscal de la Federación que en los últimos tres sexenios ha sido muy controvertida porque se realiza de forma discrecional y selectiva. Además, la SHCP no está obligada a fundar y motivar su decisión y se resiste a dar a conocer la lista de los perdonados.

Ahora se sabe que Guevara Espinoza, actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), fue una de las que se benefició con esta figura y justo en un contexto político, en el que declinó aceptar la propuesta de López Obrador para competir por la gubernatura de Sonora y después apoyó a la entonces candidata del PRI, Claudia Pavlovich Arellano.

Una investigación antigua

El 16 de agosto de 2010, tres meses después de que los auditores descubrieron que Guevara Espinoza había consignado ingresos menores a los realmente obtenidos, había omitido el pago de ISR y conseguido deducciones sin documentación, la Dirección General de Delitos Fiscales de la SHCP formuló una querella ante la entonces llamada Procuraduría General de la República (PGR) por la probable comisión de un delito fiscal.

La PGR inició una averiguación previa y el 2 de agosto de 2011 finalmente logró consignarla ante el Juzgado Décimo Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México, donde quedó registrada como causa penal 106/2011, según se lee en los expedientes judiciales entregados a este medio vía transparencia.

El 27 de enero de 2012, en una gira por Sonora, el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, anunció que la exatleta sería postulada al Senado. El 5 de marzo de 2012 se le dictó a Guevara Espinoza el auto de formal prisión, pero debido a que el delito no fue considerado grave, consiguió quedar en libertad.

El Ministerio Público se inconformó porque el juez no suspendió los derechos políticos de Ana Guevara, lo que le hubiera impedido ser candidata al Senado. El abogado de la acusada alegó que su defendida estaba en libertad bajo caución.

El 29 de agosto de 2012, Ana Gabriela Guevara tomó protesta como legisladora y dos días después el juzgado recibió una notificación sobre el nuevo cargo de la acusada, por lo que suspendió el proceso en su contra.

“Se suspende el procedimiento en la presente causa hasta en tanto no sea removida la inmunidad procesal [fuero constitucional], por virtud de la cual tiene protección constitucional”, se lee en el documento judicial.

La PGR se inconformó ante un tribunal unitario porque la exatleta no era servidora pública al momento de cometer los delitos imputados y porque la acción penal había sido ejercida antes de tomar protesta al cargo. Sin embargo, la apelación no prosperó.

La investigación quedó congelada por casi dos años hasta que en el gobierno de Enrique Peña Nieto se solicitó el sobreseimiento.

Pide a Hacienda condonación

Mientras se definía quién sería el candidato que contendería en la elección, el 5 de mayo de 2014, la entonces senadora Guevara Espinoza envió un oficio a la Secretaría de Hacienda para pedir que se le perdonara el delito de defraudación.

“Vengo a solicitar la conclusión del proceso penal por sobreseimiento, conocido como el perdón fiscal”, escribió en un documento que forma parte del expediente que la SHCP integró y que fue otorgado tras diversas solicitudes de información.

Guevara Espinoza informó en su escrito que había pagado los adeudos pendientes debido a que había solicitado los beneficios de la condonación, un programa que impulsó ese año el gobierno de Peña Nieto y gracias al cual sólo liquidó 20% de lo que debía.

El 8 de julio de ese 2014, López Obrador anunció que el candidato de su movimiento sería Javier Lamarque Cano, entonces líder de Morena en la entidad. Durazo Montaño, entonces diputado, y Ana Guevara, entonces senadora, dijo, habían decidido no contender para concluir sus mandatos legislativos, pero apoyarían la campaña de Lamarque.

En entrevista con este diario, Lamarque Cano asegura que a López Obrador sí le interesaba que Guevara fuera la candidata en Sonora porque necesitaba perfiles conocidos para impulsar a Morena: “A mí en lo personal sí me sorprendió [que declinara] porque estaba enfilada a la candidatura y en el último momento decide no buscarla”.

Un mes después del destape de Lamarque Cano, el 8 de agosto de 2014, y ante los rumores de que López Obrador había desdeñado a la deportista, en otra gira por Sonora éste negó que a Guevara Espinoza se le hubieran cerrado las puertas de su movimiento y refrendó su apoyo al aspirante.

El 11 de agosto de 2014, tres días después de que López Obrador respaldara la candidatura de Lamarque, el subprocurador fiscal, Josué Ulises Gómez Nolasco, y el director general de Delitos Fiscales, José Miguel Contreras Saldívar, resolvieron que era procedente otorgar el perdón fiscal a Guevara.

Los funcionarios enviaron un oficio al juzgado donde se encontraba suspendido el proceso penal para pedir el sobreseimiento, que era un desistimiento de la acción penal, y el 26 de septiembre de 2014, el juez concluyó el asunto. Esta resolución jamás se reveló públicamente y fue sigilosamente guardada en los archivos de la SHCP.

El 10 de mayo de 2015, cuando faltaban menos de dos meses para que se llevaran a cabo las elecciones en Sonora, Ana Guevara apareció en un video difundido en redes sociales llamando a los sonorenses a votar por la priista Claudia Pavlovich Arellano.

“He pensado mucho por quién votar en las próximas elecciones, porque los sonorenses merecemos algo mejor, y hoy lo mejor es que los del PAN se vayan. Les pido que, como yo, no desperdiciemos nuestro voto, porque urge detenerlos. Claudia es la única que puede lograr que se acabe esta pesadilla”, dice en el mensaje.

Guevara Espinoza en ese entonces era senadora por el PT y había conseguido el escaño en 2012 impulsada por López Obrador como parte de la coalición Movimiento Progresista que conformaron el PT, PRD y Movimiento Ciudadano.

Tras la difusión del video, el ahora Presidente de la República lamentó que Guevara hiciera campaña a favor del PRI: “Son igual de corruptos los del PRIAN”, escribió en redes sociales.

Lamarque Cano, actualmente diputado federal y exdirigente de Morena en Sonora, dice que el hecho que Guevara apoyara a la candidata del PRI fue interpretado como deslealtad al proyecto político de López Obrador y puso en peligro el registro del partido.

“Yo era el candidato de Morena y no me pareció políticamente correcto cuando ella sabía que nosotros requeríamos una votación importante, no para ganar quizás, pero sí para refrendar el registro de Morena a nivel nacional y estatal”, mencionó.

El entonces candidato del PT al gobierno de Sonora, Jaime Moreno Berry, acusó a Guevara de traición y de estar operando a favor del PRI.

En entrevista con este diario, Moreno Berry dice que sí fue una sorpresa el apoyo de Ana Gabriela al PRI, porque se había comprometido, primero con Morena y después con el PT y PRD a ser su candidata, pero en todos los casos rechazó la propuesta: “Me pareció de un pésimo gusto”, afirmó.

El político contó que en ese tiempo se rumoraba que Ana Guevara le debía un favor a un poderoso político priista sonorense que había movido sus influencias para salvarla de la cárcel.

“Se dijo que en los tiempos de Calderón a ella le salió una orden de aprehensión por omitir el pago de los impuestos y le iban a dar cárcel, pero salió la mano salvadora de un distinguido priista sonorense del cual no voy a decir su nombre, que negocia (…) yo soy muy mal pensado y habría que rascarle un poquito para saber por qué se le perdona de ir a la cárcel”, sostiene.

EL UNIVERSAL buscó una postura de la funcionaria o de su equipo, pero no hubo respuesta.

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