Expresidentes e integrantes de organismos autónomos defendieron la importancia de la independencia de estas instituciones para el desarrollo democrático del país y, si bien aceptaron que pueden ser mejoradas, advirtieron que sería un error desaparecerlas o debilitarlas.

El exconsejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) —hoy INE—, Luis Carlos Ugalde, afirmó que hay una amenaza directa del Poder Ejecutivo contra las instituciones autónomas y los organismos reguladores por retrasar los actos de gobierno del presidente Andrés López Obrador.

“Me parece que hay un acoso a varios de esos organismos desde hace meses. [El Presidente] ha sido muy claro al tildar a estos órganos reguladores de fifís, neoliberales y corruptos. Hay una amenaza real, en el caso del INEE existe una iniciativa para desaparecerlo y para otros, como el INE, se ha reducido su presupuesto, en algunos se ha forzado la renuncia de sus titulares y en unos casos más se han mandado perfiles incompetentes para sustituirlos. Hay acciones concretas que los están debilitando”, dijo.

José Woldenberg, académico de la UNAM y quien fue presidente del IFE, percibe un desprecio y escasa comprensión de la autoridad federal de lo que son los organismos autónomos y dijo temer pulsiones autoritarias.

“Sin duda alguna sería un error desaparecer los organismos autónomos. Hay una vieja aspiración democrática con la idea de que se deben ofrecer garantías de defensa a los ciudadanos de que las instituciones estatales no se van a desbordar. Existe la vieja aspiración de fraccionar y vigilar al poder, de equilibrar los poderes y para todo ello sirven los órganos autónomos”, dijo.

“Lo que temo es que las instituciones que aparezcan como autónomas o contrapesos a la función del gobierno sean vistas con malos ojos. Es una vieja pulsión autoritaria”, aseveró.

José Luis Soberanes, expresidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), calificó como poco afortunadas las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de los organismos autónomos y reguladores, puesto que llevan a la polarización.

Consideró que se ha abusado mucho en la creación de éstas, pero insistió en que, “no sólo basta la división de poderes sino que existan estos organismos con criterios técnicos y no políticos. Es más fácil arreglar lo que está mal, que descalificarlo”, señaló.

Para María Marván Laborde, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y expresidenta del entonces IFAI, nada de lo que dice el Presidente es inocuo y se dice sin querer: “Desaparecer todos los organismos autónomos juntos sería un gravísimo error. Podríamos revisar algunos. El INEE me parece indispensable, que haya evaluación educativa, ¿tiene que ser por fuerza constitucional autónomo? No lo sé. Si dentro de los autónomos me dice, desaparezcamos al INE, a la CNDH, me parecería un gravísimo error”.

“Lo que está mal es que por encima del equilibrio y de la capacidad se privilegie la lealtad acrítica y se considere que se tiene la capacidad de decir: ‘gracias a mí llegaste y en tal o cual votación tienes que decidir así’... El problema es que en México se ha buscado subyugar la lealtad a la democracia a la lealtad partidaria”, señaló.

El presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Acuña, indicó que la historia de estas instituciones data de hace más de 30 años, cuando México era país de un solo partido hegemónico; estos organismos ayudaron a la nueva fase de consolidación democrática, que no puede existir sin los contrapesos necesarios.

“Creemos que los organismos constitucionales autónomos vienen a ayudar a que se pueda conocer la nueva fase, la consolidación democrática. No puede haber consolidación democrática sin mecanismos que hagan contrapesos y que limiten ejercicios de los poderes públicos”, dijo.

Marco Baños, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), pidió respeto irrestricto y que el presidente López Obrador tenga información detallada sobre los diagnósticos técnicos de funcionamiento y el ámbito de competencia de los organismos autónomos, para que tome valoraciones de las iniciativas que presente.

“Pero lo que sí debe quedar claro es que por sí solo el Presidente, siendo una figura central del funcionamiento del Estado, no puede tomar decisiones por una situación de diferendos con alguno de los integrantes de los órganos autónomos [que] pueda generar una lesión a las instituciones públicas. Hay que tener diagnósticos completos y un respeto irrestricto a lo que significan estos órganos”.

Bernardo Naranjo, consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, señaló que “si bien existen cuestiones que pueden mejorarse de los organismos autónomos, estos no deben desaparecer”, en el caso del instituto, dijo, “no hay un riesgo sino una intención explícita de acabarlo, lo que ya se tradujo en una iniciativa”.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos se dijo “preocupada por las descalificaciones que los organismos han recibido luego de su participación en las audiencias públicas de la Guardia Nacional”. Con información de Carina García y Alexis Ortiz.

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