Luego de la evasión de 51 reos, el director  del centro penitenciario de Culiacán, Eduardo Arturo Bailleres Mendoza, de formación castrense, fue destituido de su cargo y sujeto a investigación, al igual que los custodios del turno, cuando sucedieron los hechos.

Bailleres Mendoza tenía sólo 11 meses en el cargo, el cual asumió en medio de una crisis que se produjo luego de la evasión de los reos federales, Julián Grimaldi Paredes, vinculado al Cártel de Sinaloa y Carlos Jesús Salomón Higuera, quienes salieron de la prisión caminando con trajes de la Policía Estatal Preventiva en julio del año pasado.

La tarde del jueves 17 de octubre, en medio de los bloqueos con autos incendiados, despojos violentos y continuos enfrentamientos que activaron grupos delictivos, ante el intento de fuerzas federales por capturar a Ovidio Guzmán López, se reportó la evasión masiva de internos, la mayoría del fuero federal.

Según el reporte del Gabinete de Seguridad Federal, ofrecido por el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Cristobal Castañeda Camarillo, se produjo un motín dentro de la prisión, lo que provocó que cinco custodios fueran despojados de sus armas.

Cuando los internos salieron del penal de Culiacán se toparon con elementos de la Policía Estatal Preventiva que resguardan las instalaciones, por lo que se llevó a cabo otro enfrentamiento.

Luego de esto se logró la retención de los primeros cuatro internos y horas después, se recapturó a dos más.

En un comunicado se dio a conocer que cuatro de los internos que permanecían prófugos, Armando Manjarrez Serrano  Jesús Lara Velarde, Jesús Mirshael Alarcón Robles e Ivan Efraín Armenta Ayón se entregaron en forma voluntaria.

Las investigaciones sobre la evasión de Julián Grimaldi y Carlos Jesús, recluidos en celdas especiales, establecieron que estos contaron con la complicidad del jefe de custodios y el encargado del monitoreo del nuevo módulo, a los cuales los dotaron de uniformes oficiales.

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