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Cuernavaca.— Nancy Guadalupe y su novia cumplieron un año de relación sentimental, y para festejar eligieron el bar Debraye, situado en el centro comercial Las Plazas, frente al zócalo de Cuernavaca. Esa noche del sábado 7 de diciembre todo era alegría para la pareja, pero dos guardias de seguridad las mantenían bajo vigilancia desde que llegaron, durante su estancia y a su salida del centro nocturno.
Los rostros de los vigilantes —dicen algunos testigos— dibujaron muecas homofóbicas y cuando las mujeres cruzaron la línea para abandonar el bar les reclamaron la propina del consumo, entonces ellas regresaron y dejaron el extra sobre la mesa y caminaron nuevamente hacia la puerta de salida.
Ahí se toparon otra vez con los guardias y cuando Nancy y su novia pasaron junto a ellos, uno de los vigilantes le dio un zape —golpe seco— en la cabeza, mientras el otro guardia impedía el paso a la pareja de Nancy porque, según excusó el guardia, llevaban una bebida en un vaso de vidrio. La joven regresó a vaciar el trago en un recipiente desechable, pero cuando buscó a Nancy ya no la encontró en la entrada.
Su cuerpo yacía sin sentido, severamente golpeada, en la parte baja del edificio. Los guardias la habían empujado hasta ese lugar para golpearla con tal saña que provocaron su muerte un día después, en el Hospital General José G. Parres de Cuernavaca.
El caso fue subido a redes sociales, y con datos aislados la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución del Delito de Feminicidio inició las indagatorias, pero cuando reunió los elementos suficientes solicitó a un juez el obsequio de una orden de cateo para revisar el bar Debraye.
La noche del sábado 14 de diciembre, elementos de la Policía de Investigación y personal de la Fiscalía Especializada ingresaron al bar, desalojaron a los clientes e interrogaron al personal para saber lo que sucedió la noche del 7 de diciembre, y con los datos obtenidos identificó a los presuntos agresores como Joshua Jair y Víctor.
El ataque
El parte oficial indica que la agresión se registró al filo de la media noche del sábado 7 de diciembre cuando Nancy Guadalupe “N”, de 24 años, y su pareja sentimental, se retiraban del bar Debraye, ubicado en la colonia Centro de Cuernavaca.
Lo primero que supo la Policía de Investigación Criminal es que cuando Nancy y su novia salían del lugar, uno de los guardias señalados como responsables del ataque la increpó porque llevaba su último trago en un vaso de vidrio del negocio.
Al paso de la joven, el guardia le asestó un zape y provocó la molestia de Nancy. “¿Qué te pasa?”, preguntó la joven.
“Pues el vaso”, contestó el guardia, hasta ese momento identificado como alto, obeso y moreno.
La pareja de Nancy se prestó a regresar al interior del bar para cambiar el trago a un vaso desechable, pero al regresar ya no vio a su novia. Los testigos dicen que una vez que la pareja de Nancy entró al bar, los guardias comenzaron a empujar a ésta hacia la parte baja de la plaza comercial.
“La llevaron casi a la entrada de la plaza, lejos del bar, para que no se dijera que había sufrido los golpes en el bar o cerca de ahí”, contaron testigos. En el trayecto la golpearon de manera salvaje y la dejaron tendida en el piso. “El gordo de la barba se la llevó jaloneando y golpeándola hacia abajo de la plaza junto con su compañero de guardia”, detallaron.
Para cuando su pareja descubrió el cuerpo, Nancy estaba muy grave y en esa condición fue llevada al Hospital General de Cuernavaca, donde falleció al otro día a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico.
La detención
Con los datos obtenidos, los agentes de la Policía de Investigación Criminal (PIC) de la Fiscalía Especializada contra el Delito de Feminicidio comenzaron la persecución de los presuntos responsables. Supieron nombres y domicilios y con los elementos de la pesquisa obtuvieron de un Juez de Primera Instancia de Control, juicio oral y ejecución de sanciones las órdenes de aprehensión correspondientes.
Así, los agentes de la Policía de Investigación Criminal ubicaron a Joshua Jair “N”, de 25 años, y a Víctor “N”, de 37, cuando caminaban tranquilamente sobre la calle Alta Tensión en el poblado de Atlacholoaya, municipio de Xochitepec, y los entregaron a la autoridad requiriente.
El miércoles por la tarde el juez correspondiente calificó de legal la detención y en audiencia inicial la Fiscalía de Feminicidios formuló imputación, el juez impuso la prisión preventiva contra los detenidos y programó para la próxima semana la audiencia de vinculación por el delito de feminicidio, cuya pena máxima en Morelos es de 70 años de prisión.
En noviembre de 2017 el bar Debraye registró otro hecho de violencia cuando presuntos integrantes de la delincuencia organizada dejaron una cartulina con amenazas de muerte en contra de cuatro meseros y personal de seguridad del bar.
El mensaje fue localizado pocas horas después del asesinato a balazos de un joven mesero del mismo negocio, Héctor Adrián “N”, de 27 años, en la colonia ampliación Lázaro Cárdenas de Cuernavaca.
Feminicidios
La semana pasada el fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, declaró que 24 de los 35 feminicidios registrados este año están resueltos con órdenes de aprehensión. Eso, dijo, es un logro y aunque “es un porcentaje alto, quisiéramos que no hubiera ningún caso y también quisiéramos que los 35 estuvieran resueltos”, dijo.
El año 2019 acumula 106 muertes violentas de mujeres y desde agosto de 2015 está vigente la Alerta de Violencia de Género en Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec, municipios que tienen el mayor índice de violencia de género.
En Cuernavaca se registra el mayor número de casos, con 21, seguido de Cuautla, Jiutepec, Yautepec, Temixco y Emiliano Zapata, con nueve cada uno.