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Culiacán.— La tranquilidad regresó el domingo a Culiacán. El retiro de los rastros de los enfrentamientos, la reparación de los daños causados a negocios y viviendas, y el fortalecimiento de los patrullajes mixtos entre el Ejército y la Policía Estatal Preventiva, volvieron a dar vida a la capital de Sinaloa, que el jueves pasado vivió horas de angustia y zozobra.
En forma paulatina, los ciudadanos retornaron a sus actividades habituales de fin de semana, de convivir con la familia, visitar parques o salir de compras.
Las conversaciones de café en restaurantes siguen girando en torno a lo que cada uno vivió la tarde y noche del jueves pasado, cuando los ciudadanos fueron presa del temor ante los bloqueos, vehículos incendiados y enfrentamientos en varios puntos de la ciudad a causa de un fallido operativo de captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
En Culiacán, después de un año, se volvió a ver a soldados patrullando las calles con mayor intensidad en las zonas donde se concentró el mayor número de enfrentamientos entre grupos delictivos, militares y policías estatales.
La vida económica, cultural, social y educativa no se puede detener por los sucesos de violencia que sobrepasaron la capacidad de asombro de la población, se tiene que retomar la senda del trabajo, dijo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera, Miguel Taniyama Ceballos.
Uno de los sectores más afectados fue el restaurantero, sobre todo negocios en el Desarrollo Urbano de Tres Ríos, cuyas fachadas y ventanales quedaron destruidos por el impacto de cientos de disparos.
Taniyama Ceballos admitió que no se tiene un cálculo de pérdidas económicas por daños a restaurantes debido a la ausencia de clientes durante al menos tres días —del jueves al sábado— porque la gente prefirió quedarse en sus casas y no exponerse al salir.
El miedo no se ha ido del todo de la ciudad, muchas personas aún viven con sobresalto. Ayer se extendió la versión en redes sociales de una supuesta toma del centro penitenciario de Culiacán, donde el jueves se produjo una fuga masiva de 55 internos. La Secretaría de Seguridad Pública del estado tuvo que salir a desmentir la versión.
Cerco de vigilancia en frontera con Chihuahua. Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, Policía Federal y Fiscalía General de la República realizaron un operativo conjunto en los límites entre Chihuahua y Sinaloa para evitar el “efecto cucaracha”.
El titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), Óscar Aparicio Avendaño, informó que se instalaron varios filtros de control en las áreas y localidades aledañas, además, aseguró que se mantiene comunicación directa con la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, a la que se ofreció todo el apoyo y colaboración, especialmente para la localización de los reos que se fugaron y podrían intentar internarse en territorio chihuahuense.
El funcionario estatal precisó que al menos 150 elementos de las diferentes corporaciones estatales y federales mantienen un cerco en la zona que colinda con Sinaloa.
Por su parte, el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, dijo que no descarta la posibilidad de tener repercusiones ante los hechos que afectaron a Culiacán, por lo que es necesario mantener la alerta, principalmente en los puntos donde opera dicho grupo criminal.