Más Información
Claudia Sheinbaum entra al top 100 de “Titanes”; Revista Time la suma a los líderes más influyentes en tema ambiental mundial
Moody’s cambia la perspectiva de México de estable a negativa; reforma judicial pone en riesgo solidez fiscal, afirma
Austeridad republicana no va a servir para la seguridad, dice Ken Salazar; hay un problema muy grande
Los mexicanos tienen que ser “suficientemente inteligentes para evitar volver a ser engañados con acusaciones escandalosas que terminan siendo sin sustento”, como ocurrió en el caso de Elba Esther Gordillo Morales, aseguró su abogado Marco Antonio del Toro.
En entrevista con EL UNIVERSAL afirmó que Gordillo Morales no dispuso indebidamente de fondos públicos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Porque “si fuera así, no estaríamos con sentencias de inocente y fue juzgada profesionalmente, está a la luz de todos”.
Dijo que la ex presidenta del SNTE acreditó su patrimonio ante las autoridades fiscales y ahora será tarea de los ciudadanos hacer una evaluación objetiva del caso, puesto que, en su opinión, puede llegar a la convicción de que es corrupta quien ha sido víctima de una campaña de desprestigio.
Consideró que el estilo de vida de la ex lideresa sindical es un “fiel reflejo” del patrimonio que ha comprobado fiscalmente. Ella fue víctima de una persecución política, lo cual se refleja desde la integración del caso hasta el asedio que vivieron sus abogados.
Cuando se le pregunta si su clienta es corrupta, el defensor asegura: “En mi opinión no lo es y por eso salió inocente”.
¿Qué les dice a las personas que cuestionan la riqueza de Elba Esther Gordillo? ¿De dónde proviene su patrimonio?
—La maestra Gordillo ha acreditado su patrimonio ante las autoridades fiscales. No ha habido nadie más analizado fiscalmente que ella, y eso significa que el patrimonio que tenga, sea grande, mediano o chico, está absolutamente avalado por autoridades que lo revisaron en los momentos donde mayor intención tenían de perjudicarla. Luego entonces, tiene un patrimonio absolutamente sano desde un punto de vista personal, familiar y fiscal.
¿De dónde sacó el dinero para pagar un estilo de vida que no corresponde al salario de una maestra?
—El estilo de vida que ha mantenido es fiel reflejo de un patrimonio que fiscalmente ha quedado comprobado, absolutamente. No es mi papel dar los detalles del origen de un patrimonio que revisó la autoridad.
Queda exonerada de las acusaciones, pero socialmente su imagen se asocia a la corrupción, ¿se puede borrar esta imagen?
—Eso dependerá de cada uno de los ciudadanos, de que hagan una evaluación objetiva. Muchas veces somos víctimas de campañas de desprestigio donde se puede generar un villano con mucha facilidad y ese colectivo puede llegar a la convicción de algunos aspectos como podría ser el de corrupción, cuando no hay tal. Lo que debemos ser los ciudadanos es lo suficientemente inteligentes para evitar volver a ser engañados con acusaciones escandalosas, pero que terminan siendo acusaciones sin sustento.
¿Elba Esther es corrupta?
En mi opinión, no lo es, y por eso resultó inocente.
¿A la maestra le preocupa ser relacionada con esta imagen?
—Una cosa es la percepción, y otra la realidad. Si usted me dice: “La maestra está relacionada con temas de corrupción”. ¿Corrupción de qué? De disponer de recursos públicos, ¿cuáles? ¿De qué recursos públicos ha dispuesto la maestra Gordillo Morales?
¿La maestra Gordillo utilizó fondos públicos de manera indebida?
—Yo no creo que haya dispuesto indebidamente de fondos, si fuera así no estaríamos con sentencias de inocente y fue juzgada profesionalmente, está a la luz de todos las sentencias.
¿Por qué quedó libre Elba Esther Gordillo Morales?
—Porque es inocente de todas y cada una de las imputaciones que se gestaron a propósito de una clarísima persecución política en su contra, una a una se fueron cayendo como naipes. Aquí lo que se buscó fue detenerla y todo vinculado a [su] oposición a una reforma educativa que entonces se estaba preparando. Se lleva a cabo la detención con una acusación que no tenía ni pies ni cabeza, sin el más mínimo sustento. Lamentablemente, dentro de esta persecución hubo algunos malos juzgadores que intervinieron en la misma como parte integral de un plan bien trazado para su persecución. Después, con el afán de mantenerla detenida, no solamente había que acusarla por ese delito, también había que llenarla de otras acusaciones como la de defraudación fiscal.
¿Cómo califica la actuación de la PGR en el caso?
—La enseñanza que debemos tener de esto, es que el fiscal y la fiscalía deben ser autónomos, que la política no tenga una injerencia en las decisiones ni de procuración ni de administración de justicia. Debemos aspirar a un país en que prevalezca el Estado de derecho, donde la postura de un gobierno no se vea reflejada en las instituciones de procuración y administración de justicia. La procuraduría no es que haya actuado mal, en mi opinión simplemente se hizo partícipe de presentar acusaciones sin sustento.
¿En qué irregularidades ocurrieron durante el proceso?
—Cuestiones como que el juez no permitía que se interrogara a los testigos o que les decían a los testigos “antes de que responda puede decir que no se acuerda”; que no quería que tuviera comunicación con la maestra Gordillo en las audiencias, auditorías a los abogados, intervenciones telefónicas a través del sistema Pegasus. Fueron tantas y tan variadas que denotan una acusación que tuvo tintes políticos. Todas [las irregularidades] las hemos estado vaciando y vamos a ampliar la queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a propósito de esta persecución política.
¿Hubo una negociación para sacar a la maestra Gordillo?
—Cuando leemos ese tipo de cuestiones [desde el despacho] no sabemos si reír o llorar, porque el esfuerzo que se puso en este asunto y el empeño profesional que le dedicamos fue enorme. Todo ello lo que denota fue un trabajo jurídico de años y de ninguna manera un tema de negociaciones, que en México siempre es la respuesta fácil. Cuando meten a la cárcel a alguien fue por cuestiones jurídicas y cuando sale libre es por cuestiones políticas. No fue así.
Esta noticia se da justo antes de que Andrés Manuel López Obrador reciba su constancia como presidente electo, al término del sexenio. ¿Los tiempos empataron?
—Y seguramente también pudo haber empatado con que el Real Madrid metió un gol o con que hubo un huracán en alguna región del país o del hemisferio. Los tiempos judiciales no tienen nada que ver con los tiempos políticos. Como quiera son resoluciones, una a una, que tienen un absoluto sustento jurídico. El querer empañarlas con cuestiones políticas son percepciones de realidades mexicanas a las cuales también tendremos que ir renunciando los ciudadanos y llegar a un punto en donde tengamos la claridad de que los asuntos judiciales se resuelven judicialmente y no necesariamente con cuestiones de corte político.
¿Qué estrategia siguió la defensa de la maestra Gordillo?
—Los elementos de un delito son como una receta de cocina: si falta un ingrediente, será el sereno, pero no es esa receta. Lo que hicimos fue atacar el fondo de cada uno de los delitos, irlo probando. Nos costó mucho trabajo porque el juez le daba oportunidad a los testigos. Tenemos listas donde un sólo testigo debió haber faltado 10, 12 o 15 veces a las audiencias y todas el juez las justificaba diciendo que se resfrió, le dolió la panza, los absurdos más grandes que nos iban aletargando el proceso.
¿Cuáles fueron las irregularidades más graves del caso?
—Las vamos a dar a conocer cuando se presente la queja ampliada de la CIDH. Haber [integrado] en siete días una acusación de delincuencia organizada y lavado de dinero sin decir de qué delito provenían los recursos, violando la secrecía bancaria y valiéndose de algunos malos jueces. Jueces que intervinieron en consolidar que el aparato estatal consiguiera su objetivo: una detención arbitraria, después había que difundir esto, y se hizo toda una campaña de desprestigio y culpabilidad. Posteriormente había que inhibir a los abogados y se intentó amedrentarlos. Se dan todos los ingredientes de una persecución política, violaciones como esas daremos cuenta cuando se presente esta ampliación de la queja ante la CIDH.
¿Se puede generar una responsabilidad a partir de ello?
—Sí, podría, eventualmente. No digo que se vayan a ejercer o no. Lo que sí creo es que todo ciudadano debe tener la tranquilidad de que en su país, cuando se le haga una imputación va a tener una defensa en suelo parejo.
¿La maestra ha considerado iniciar acciones legales en contra de la PGR o contra quienes la encarcelaron?
—Eso es algo que me reservaría, no lo hemos discutido. Materia hay, pero ello no implica que se vayan a ejercer.