Una noche afuera de un bar en China, Adrián López y Marte Cázares se conocieron. Amigos taiwaneses que tienen en común los presentaron.Para ellos fue una agradable sorpresa encontrarse con otro mexicano en esas tierras. 

Cada uno llegó motivos algo relacionados: Adrián, quien estudió Política y Economía, trabajaba en una empresa mueblera y Marte, licenciado en Negocios Internacionales, se dedicaba al ámbito de la moda. 

Hoy, ocho años después, son socios de su propia empresa y desarrollaron una piel sintética hecha con nopal, también llamada Cactus Leather, por la traducción que le dieron al inglés. Con esta idea pretenden revolucionar la industria textil mexicana. 

Estos jóvenes de 26 años se asemejan en muchos aspectos, ambos nacieron el mismo día, en el mismo año, los dos vivieron en Taiwán, estudiaron carreras afines a la economía y tienen interés particular en la innovación y cuidado del medio ambiente. 

La propuesta de López y Cázares pretende reducir muertes animales a causa de la venta de cuero y piel, así como el ahorro de agua en la industria textil.
“Coincidimos en que todas las industrias que manejan pieles sintéticas, como la automotriz, la mueblera y la de la moda, enfrentan un problema muy grave que es la huella ambiental que dejan sus productos”, dice Adrián.

Todas esas similitudes, sumadas a sus ideas y conocimientos, los convierten en un equipo ganador. Poco a poco, atraen la mirada de diseñadores interesados en trabajar con ellos.

 

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No obstante, señalan que las pieles derivadas de material vegetal no son algo nuevo en  la moda. Pero la suya es la primera en el mundo hecha con nopal y totalmente mexicano.

Adrián y Marte han participado en ferias y exposiciones en Italia, Australia y Eslovenia. Entre las presentaciones que han hecho, la que consideran más importante es la Feria Lineapelle 2019, celebrada en Milán, Italia, del 2 al 4 de octubre. Ahí, tuvieron un stand en el que exhibieron muestras y  productos como bolsas, mochilas y carteras.

“Este material fue muy bien aceptado, no sólo en la industria de la moda, también en la automotriz y en la aeronáutica. Incluso una ponente dijo que nuestro material era adecuado para utilizarse en marcas de lujo”, afirma Adrián.

En ese sentido, estudios del Banco Mundial estiman que el 20% de toda la contaminación del agua es causada por los procesos de tratamiento y teñido de textiles. Se pronostica que esto aumente a medida de que la demanda de ropa crezca al mismo ritmo en que lo hace la población del planeta.

Símbolo nacional

Adrián y Marte consideran que el nopal es quizá la planta más emblemática del país, porque, además de sus propiedades comprobadas, permite a otros emprendedores desarrollar más proyectos sustentables.

“Nos sentimos muy orgullosos, porque usamos uno de los símbolos de nuestra bandera, como es el nopal. Al lanzar esta piel estamos dando a conocer algo característico del país”, dice Marte Cázarez.

El nopal está presente en la gastronomía nacional desde antes de la época prehispánica. Diversos estudios antropológicos sitúan el consumo de esta planta entre 7 mil 500 y 5 mil años antes de nuestra era.

Milenios después, con el asentamiento de las culturas mesoamericanas, en especial en el Valle de México, cobró mayor relevancia cultural al ser un elemento primordial en el mito de la fundación de la ciudad mexica de Tenochtitlán, la cual se refleja en el Escudo Nacional.

Para estos jóvenes tiene un significado especial, porque, en su paso por diferentes países, asegura Marte Cazares, “todo el mundo la reconoce como parte de nuestra identidad, ven un nopal y dicen ‘¡Oh, México!”’.

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De las 377 especies de cactáceas Opuntia, género al que pertenece el nopal, en nuestro país crecen 164, de acuerdo con datos de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la CDMX (CONAR).

México, está en el top de exportadores mundiales de nopal apto para el consumo, con una producción de más de 812 mil toneladas en 2018, según aproximaciones hechas por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. 

Además de la innovación, los creadores de Desserto, nombre comercial de su invento,  comentan que su elaboración es generadora de empleos en Guadalajara, ciudad donde se maquila.

“Indirectamente, se benefician alrededor de 50 personas aquí en México y esperamos crear más, en función de que este material se produzca a mayor escala y podamos apoyar al crecimiento [de la economía local]”, anhela Adrián.

Cosechar nopal es una actividad de alto riesgo para los productores, debido a la fluctuación de los precios al consumidor. Columba Jazmín López, directora de CONAR en la CDMX, señala que, aunque los cultivos se mantienen constantes, hubo una recesión en la capital mexicana y se perdieron casi de la mitad de hectáreas sembradas. 

“Actualmente es en Milpa Alta, donde la gente se dedica a esto, hay 2 mil 630 hectáreas de siembra, hace ocho años, teníamos registro de 4 mil 331. Se perdió terreno por cuestiones ambientales y asentamientos irregulares en las zonas de cultivo”. La funcionaria considera que proyectos como Desserto ayudan a reconocer el trabajo del campo y aumentan el consumo de esta planta. 

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Al borde de la quiebra

La creación de la piel de nopal no ocurrió de la noche en la mañana. Es un proyecto que tardó dos años en concretarse. Adrián dice que sacrificaron la estabilidad que tenían en China para volver a México y comenzar con la investigación:

“La parte más complicada fue abandonar nuestros empleos para enfocarnos en este sueño. Obviamente, nuestros amigos y personas cercanas nos sugerían que no lo hiciéramos porque era algo muy arriesgado”.

Como ellos no son científicos, se apoyaron en un grupo de expertos para realizar las pruebas del material. El objetivo era que el resultado fuera una piel resistente, flexible y transpirable. 

“Fue muy difícil hacer el trabajo de investigación y lograr los enlaces entre las moléculas de la materia química orgánica y química sintética. Nos tuvimos que meter a fondo, incluso, en temas de nanotecnología para lograr nuestra meta”, añade López Velarde. 

Marte Cázarez explica que la financiación de Desserto casi los deja en quiebra: “Éramos muy optimistas en nuestro proyecto. Buscamos la manera de maximizar el uso de nuestros recursos y evitar gastos innecesarios. Tuvimos que pedir préstamos con amigos para seguir trabajando”.  

Al obtener el material final, surgió en ellos la duda de cómo  dar a conocer la piel de nopal: “Nuestra pregunta inicial fue ¿dónde lo vamos a lanzar? En México no estamos muy involucrados en temas ecológicos como los mercados de otros continentes”.   

Crearon entonces la empresa Adriano Di Marte para abrirse paso en la industria y contactaron con diseñadores para que conocieran y trabajaran Desserto.  

Mencionan que su paso por Australia resultó más exitoso de lo que esperaban, pues algunas compañías turísticas de ese país ya hicieron sus pedidos para usar la piel de nopal en canastas de globos aerostáticos, un mercado que no habían contemplado. 

“Este material le dio la vuelta al mundo, después de la aceptación que tuvo en Lineapelle ya colaboramos con grupos de talla global para que lo puedan integrar a sus próximas colecciones”, concluyen Adrián y Marte.
 

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