Desde marzo don Roberto comienza a preparar las chinampas para sembrar las nochebuenas que adornarán las casas de los capitalinos. Coloca los fertilizantes y esteriliza las raíces de las que brotará la flor roja, característica de las fiestas decembrinas.

Vigilar las condiciones tanto de luz y sombra y protegerla de plagas son algunas de las tareas que todos los días durante cuatro meses realiza Roberto Altamirano, quien desde 1990 se dedica a la siembra de esta planta. Al tomar una maceta de siete pulgadas, el tamaño medio que se vende durante esta temporada, el hombre de 61 años comenta que esta planta es delicada, vulnerable a ser atacada por plagas, en especial la mosca blanca y los ácaros.

Don Roberto, como lo conocen sus compañeros del mercado del Palacio de la Flor en la alcaldía de Xochimilco, comenta que aunque la mayoría de las 10 mil nochebuenas que produjo para esta temporada se vendieron, fue difícil porque la venta se retrasó, puesto que comenzó alrededor del 20 de noviembre, cuando normalmente inicia a principios de ese mes.

Cada año, comenta, es más complicado vender toda la producción de esta flor, puesto que la competencia con estados como Morelos y Michoacán los coloca en desventaja, dado que esas entidades ofrecen sus productos a un precio más barato, por lo que los productores de Xochimilco deben bajar los suyos.

Los costos de estas plantas van desde los 20 pesos, que es la maceta más pequeña de cinco pulgadas, hasta los 40 pesos para una de 16 pulgadas. Para que sus plantas se consumieran, don Roberto tuvo que bajar en promedio cinco pesos a cada maceta.

Como don Roberto, los más de 200 productores del mercado del Palacio de la Flor, piden a las autoridades mayores apoyos a la producción, puesto que cada año la competencia con otros estados es más severa y la venta de nochebuenas es su único ingreso en la época decembrina.

Máximo Escobar, productor de esta planta, comenta que requieren de mayores apoyos para impulsar la producción, ya que la competencia con otros estados los está dejando fuera del mercado, puesto que las plantas de Michoacán y Morelos entran a la ciudad con un precio inferior.

Al mostrar sus plantas en tonos rojos y blancos, el agricultor acusa que los subsidios que otorgan la Secretaría de Agricultura, tanto la local como la federal, son “raquíticos” puesto que apenas representan 10% de su inversión, además de contar con trámites engorrosos.

“Cultivar una nochebuena cuesta 10 pesos una maceta pequeña, 20 la de nueve pulgadas y una grande, de 16 pulgadas, 30 pesos. Para cultivar 10 mil plantas, invierto entre 150 mil o 200 mil pesos, de apoyo sólo me dan 20 mil pesos”, enfatiza.

Pide a las autoridades agilizar los trámites para que sea más accesible obtener los subsidios, de lo contrario, se verán obligados a vender sus tierras y desaparecerá ese “pulmón” que representa Xochimilco en la capital del país.

Javier Pérez Sánchez cultiva nochebuenas desde que tenía seis años, porque su familia se dedicaba a esta planta, y al igual que sus compañeros lamenta la “competencia desleal” que representa la venta de esta flor procedente de otros estados del país.

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