El detonante de la guerra hoy desatada entre PAN y Morena para solicitar al Senado la desaparición de poderes en algunas de las entidades que gobiernan, fue la separación temporal de Jorge Winkler Ortiz como Fiscal General del Estado de Veracruz, el pasado 3 de septiembre.

La bancada de Morena en el Senado anunció que promovería la desaparición de poderes en Guanajuato, entidad gobernada por el panista Diego Sinhue, por la violencia e inseguridad descontrolada, y en Tamaulipas, encabezado por Francisco Cabeza de Vaca (PAN) por la supuesta ola de criminalidad y violaciones a derechos humanos.

Pero desde el 17 de septiembre y a raíz de la salida de Winkler, el grupo parlamentario del PAN en el Senado, anunció en sus redes sociales que en aras de terminar la “crisis constitucional” en Veracruz, al que consideró “un estado fallido” promovería desaparición de poderes y juicio político al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, de Morena.

Winkler, ahora exfuncionario, ha sido señalado por Morena en la entidad y por el mandatario local como una “herencia” del exgobernador panista de Veracruz, Miguel Angel Yunes. Por eso ha habido más de una decena de intentos de cesarlo del cargo.

El enfrentamiento directo con él ha sido desde que en 2016 fue designado por el Congreso, entonces con mayoría del PAN y PRI. Pero la disputa se agudizó cuando García Jiménez asumió el cargo, el 1 de diciembre pasado.

Según Morena y García Jiménez, Winkler es responsable del crecimiento en la inseguridad en la entidad, ha sido señalado de supuestos nexos con la delincuencia y presuntas violaciones a derechos humanos, éstas últimas acusaciones mantienen vivas y pendientes de resolución en el Congreso estatal dos solicitudes de juicio político.

De entrada la bancada de ese partido en el Congreso en el estado, entonces de 11 legisladores, trató de impedir su designación en 2016; en 2018 aprobó reformas legales que permitirían su destitución y se han promovido varias solicitudes de juicio político –al menos 8- desde que en noviembre el Congreso local tiene mayoría morenista.

Suman pues más de 10 intentos de retirarlo del cargo, lo que fue posible de forma temporal el pasado 3 de septiembre, con el argumento de que no cumplió la revalidación de su certificado de confianza y debería analizarse su desempeño.

Esa separación temporal fue avalada por la Comisión Permanente del Congreso veracruzano aunque Winkler argumenta que tiene en su favor una suspensión definitiva de amparo que impediría cualquier procedimiento de removerlo que no estuviera en ley previo a su designación.

En sustitución del exfiscal el Congreso de Veracruz designó a Verónica Hernández Giadans, quien asumió el cargo en medio de un dispositivo en el que seguridad pública estatal resguardó las oficinas de la Fiscalía.

Ahora ese pleito local escaló a nivel nacional al solicitarse la desaparición de poderes en Guanajuato y Tamaulipas, entidades gobernadas por el PAN.

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