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San Diego, Cal.-Entre la valla fronteriza de Tijuana y San Diego, un mural con el dibujo de una bandera estadounidense al revés se encuentra en la mira de autoridades federales.
El debate se generó tras recibir la oficina local de la Patrulla Fronteriza "quejas del público sobre grafiti en propiedad federal", en específico a un costado del Parque de la Amistad, según explicó un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
La obra fue pintada sobre unos barrotes y vista de lado se observa a la bandera norteamericana boca abajo, en tanto que del otro costado se observan nombres de veteranos deportados.
Cabe destacar que el mural pertenece al artista norteamericano Amos Gregory y fue creada cinco años atrás; busca generar consciencia sobre la lucha de los excombatientes, quienes pese a servir al país han sido expulsados a causa de su estatus migratorio y tras incurrir en algún delito.
El muralista, se halla sorprendido de que solo recientemente las autoridades federales hayan expresado su inconformidad con su obra.
"Es una bandera de auxilio, que significa que si estás en combate y requieres de toda la ayuda necesaria en ese momento es cuando levantas la bandera al revés", explicó Gregory, quien fue miembro de la Marina estadounidense.
El portavoz de CBP en San Diego, Ralph DeSio, señaló que "actualmente no hay planes de retirar el mural".
"Es importante entender que el jefe de sector no ha tomado ninguna decisión final y actualmente se está acercando a los involucrados en crear los murales en un intento por ofrecerles una voz", precisó.
"Se trata de propiedad del Gobierno de Estados Unidos y todos los grafitis o pinturas fueron colocados sin permiso", recordó.
La Patrulla Fronteriza ha contactado en México vía telefónica a un grupo de veteranos deportados, dos días después de que el presidente Donald Trump visitase la frontera de San Diego en marzo pasado, de acuerdo con Héctor López, director del grupo Veteranos Deportados Unidos.
El también excombatiente, quien formó parte del ejército norteamericano por seis años y fue deportado a México en 2006 tras haber vivido 40 años en Estados Unidos, rechazó que el mural conlleve un mensaje irrespetuoso.
"Simplemente es decirle al país que los veteranos estadounidenses están en apuros. ¡Hagan algo!", declaró.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) estima que el Gobierno estadounidense pudo haber deportado ya a más de 230 veteranos de guerra.
Un informe de esta organización denuncia que a muchos soldados se les hizo creer que obtendrían la ciudadanía de manera automática por su tiempo de servicio, cuando en realidad, debían hacerlo a través del proceso de solicitud.
En 2016, había más de 300.000 excombatientes no nacidos en el país que vivían en Estados Unidos, de los cuales, 97.000 no tenían la ciudadanía, agrega el estudio.