Ciudad de México.- La semana pasada “Guadalupe” planeaba ir al mercado y comprar lo necesario para cocinar romeritos, bacalao y ponche y disfrutar la cena de Nochebuena con su familia.  

Sin embargo, no contaba que sería despedida de su puesto de trabajo en el que por 20 años mantuvo en la delegación Tlalpan del Servicio de Administración Tributaria (SAT), hecho que, al igual que a cientos de sus compañeros despedidos, “nos amargó la Navidad”.   

En entrevista con EL UNIVERSAL, la ahora ex empleada de la dependencia federal señala que el pasado jueves 20 de diciembre fue “coaccionada” a firmar su renuncia, porque, “me dijeron que si no firmaba la renuncia de todos modos me otorgarían un cese laboral, es decir, ese día se terminaba mi relación con el SAT de una forma u otra”.

A pesar del frío que se siente este miércoles en el Zócalo de la Ciudad de México, “Guadalupe” se levantó a las 4:00 de la mañana para llegar a Palacio Nacional y protestar junto con cerca de 50 trabajadores cesados, por estos despidos, “porque no fue justo lo que nos hicieron. Nos quitaron nuestra fuente de trabajo sin explicación, de una forma abrupta, de un día para otro, sin ninguna justificación”.

Portando un cartel con la leyenda “Andrés: Para ti Feliz Navidad, para nosotros tu plan de austeridad”, afirma que entre las pocas explicaciones que les dieron fue que “nuestro despido era por la austeridad del gobierno federal, pero compañeros que todavía trabajan nos informan que ya llegó gente nueva a ocupar nuestros espacios, y que de inmediato van a gozar estos días de vacaciones de diciembre. No es justo”.

Con lagrimas en sus mejillas y protegiéndose de las bajas temperaturas, la ex empleada del SAT señala que entre los despedidos hay empleados con más de 30 años de trabajo que estaban a punto de jubilarse, gente con discapacidad, y mujeres embarazadas. 

“Esta noticia de plano nos amargó la navidad, no es justo que nos hicieran esto. Tenemos que enfrentar esta situación con valor”.

Asegura que a casi una semana de su despido, la familia la ha apoyado en tratar de enfrentar esta situación, “porque lo importante es tener vida, salud y estar bien con familia. Pero siempre viene a mi mente este sentimiento de que las cosas no están bien, de que fui despedida. No sé por qué nos tratan así, no somos aviadores, no cobramos sueldos onerosos, aunque nuestros puestos era de trabajadores de confianza, no somos grandes funcionarios, ni ganábamos mucho”.

Resignada a que puede ser difícil que le devuelvan su fuente de trabajo, pide al presidente Andrés Manuel López Obrador que “si nos van a reinstalar, que sea con todas las garantías, y si nos van a liquidar que sea conforme a la ley, después de 20 años de trabajo creo que tenemos derecho a eso”.

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