A simple vista el Heartmate no parece un corazón, es difícil imaginar cómo una máquina que mide 10 centímetros puede extraer la sangre del ventrículo izquierdo y expulsarla, y así realizar las funciones de este órgano. No es un aparato barato y no todos los pacientes que requieren de un trasplante son candidatos a usarlo.

Por ello, en sus 75 años de historia el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha colocado tres corazones artificiales.

Guillermo Careaga Reyna, director general de la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital General Dr. Gaudencio González Garza, compartió con EL UNIVERSAL que fue el 14 de noviembre de 2012, cuando se colocó el primer Heartmate en el Hospital de Cardiología del CMN Siglo XXI al derechohabiente José Salvador Pérez, de 68 años, quien falleció en 2016 por una infección.

El equipo de bombeo se aloja dentro del tórax del paciente y lo único que tiene hacia el exterior es un sistema de enlace al equipo eléctrico que se conecta a la corriente durante la noche para que en el día las personas puedan hacer sus actividades.

Esta técnica se considera innovadora porque apoya a los derechohabientes que se encuentran en falla cardíaca terminal, es una alternativa al trasplante de corazón. El motivo por el que sólo se han colocado tres en el instituto se debe a que no todos cumplen con los requisitos.

“El trasplante es el tratamiento ideal, pero quienes rebasan los 65 años o que por alguna razón no pueden someterse a éste, entonces se hacen candidatos para el Heartmate, hay que evaluarlos como si fueran a trasplante, se les plantea la posibilidad de este tipo de terapia para ver si ellos están de acuerdo con que se les implante, porque es un equipo que se queda permanente con ellos”, detalló.

La colocación del dispositivo es sencilla y eso facilita la recuperación del derechohabiente, es pequeño y queda dentro de la cavidad pericárdica, a diferencia de modelos anteriores, que requería que se fabricara una “bolsa” en la pared del abdomen para depositar parte del equipo.

En julio de 2017 el instituto repitió la hazaña, pero ahora en el Hospital General del CMN La Raza a la señora Victoria Aguilar, quien padecía cardiopatía isquémica. Debido a su edad y a varios infartos previos no era candidata a un trasplante. A 14 meses de la cirugía, la mujer de 68 años continúa con buena calidad de vida.

Careaga Reyna explicó que, aunque el diseño de los corazones artificiales existe desde el siglo pasado a nivel mundial, en México se cuenta desde hace seis años con la posibilidad de usarlos “porque existen las autorizaciones necesarias y la experiencia de nuestros equipos de trasplante para poder realizarlo, es innovador en el país porque son pocos los que se han puesto”.

El tercer corazón artificial fue implantado en septiembre de este año en Enrique Uribe Borrego, quien a sus 58 años había sufrido una embolia e infarto, y se le realizó una traqueotomía; en su cirugía intervinieron más de 40 especialistas, él fue acreedor a esta técnica porque su grupo sanguíneo es O negativo, que es muy complicado encontrar.

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