Ante la falta de personal y sucursales del Banco del Bienestar, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador trabaja en un acuerdo con instituciones bancarias para que, a través de su red de cajeros, ayuden a dispersar los recursos que se entregan a los beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal.

La meta es que en marzo de 2022 puedan sumarse 4 mil 700 sucursales de la banca comercial y que colaboren en la dispersión de recursos u otros servicios, con lo cual para finales de sexenio pueda conformarse una red de 17 mil sucursales, entre privadas y del Banco del Bienestar, para dar servicio a los beneficiarios de programas sociales.

De acuerdo con funcionarios consultados por EL UNIVERSAL, el presidente López Obrador les informó lo anterior en la última reunión de gabinete legal y ampliado, del pasado 20 de diciembre en Palacio Nacional.

Con esta decisión, los recursos de becas y apoyos a los programas estrella del gobierno federal llegarán de manera más segura e inmediata a los lugares más alejados, mientras se consolida el Banco del Bienestar.

De acuerdo con el plan, en una primera etapa el gobierno federal se apoyará en cuatro instituciones bancarias —todavía por definir— con cobertura nacional, donde se aprovechará su infraestructura, cajeros, personal y cercanía a las cabeceras municipales más alejadas del país.

El objetivo es que en los próximos dos años el Banco del Bienestar pueda tener 17 mil sucursales en más de 13 mil centros integradores —que se encuentran en las comunidades más apartadas, donde se ofrecerá internet y venta de productos Diconsa y Liconsa—, para que la gente no tenga que trasladarse hasta cuatro horas de camino para cobrar un apoyo del gobierno federal.

Según los funcionarios consultados, el propio presidente López Obrador ha reconocido que aún no cuentan con la capacidad y el personal para operar las sucursales del Banco del Bienestar.

La instrucción del Mandatario, comentaron, es aprovechar los cinco años que le restan a su sexenio para dejar consolidado el Banco del Bienestar.

Desde enero pasado, Banco Azteca —propiedad de Ricardo Salinas Pliego— colabora con el gobierno federal en la dispersión de recursos de la Secretaría del Bienestar.

Banco Azteca garantizó la entrega de programas sociales del gobierno federal debido a que “cuenta con el engranaje financiero a escala nacional que permite una entrega robusta y confiable, la cual asegura que se alcance a llegar a los más remotos lugares”, informó la institución en un comunicado.

Banco Azteca señaló a principios de año que es “una de las estructuras financieras más solventes y de mayor alcance nacional, pues tiene presencia en más de 780 municipios, más que ningún otro banco, y en más de 170 de ellos es la única institución presente”.

Robos

El pasado 3 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que se han registrado 10 robos a los servidores de la nación que llevaban recursos en efectivo para los programas sociales.

Según cifras de la Secretaría del Bienestar, hasta septiembre pasado se tenían siete robos, con un monto aproximado de 20 millones de pesos.

Fuentes federales detallaron que dos fueron en Chiapas, dos en Oaxaca, uno en Hidalgo, uno en Michoacán, uno más en Guerrero. De los otros tres robos el gobierno no ha dado detalles.

Además, los beneficiarios gastan entre 100 y 120 pesos de pasajes en promedio para ir al municipio donde hay una sucursal bancaria.

Ante ese escenario, el Presidente ha señalado que es una prioridad de su administración contar con las 13 mil sucursales del Banco de Bienestar, a las cuales se pretende ahora sumar 4 mil 700 de la banca comercial.

“El año próximo debemos contar con 13 mil sucursales del Banco del Bienestar. Se nos presentaron los diseños de construcción… lo que necesitamos es ya tener la infraestructura. Todavía tenemos que entregar recursos en efectivo, hemos tenido como 10 enfrentamientos, o, mejor dicho, actos de robo y han perdido la vida compañeros que llevan los recursos; entonces, no queremos manejar efectivo, queremos la tarjeta”, dijo.

Banderazo de salida

El pasado 31 de julio, el titular de la SHCP, Arturo Herrera, y el director general del Banco del Bienestar, Rabindranath Salazar, develaron una placa alusiva al inicio de operaciones de “el banco de los mexicanos”, en su sede de la capital del país.

Salazar Solorio dijo que la creación del Banco del Bienestar obedece a la instrucción presidencial de terminar con el manejo de efectivo en la dispersión de recursos de programas sociales, y acabar así con la opacidad y corrupción en la distribución, además de llegar al último rincón del país a donde la banca comercial no llega, atendiendo a los mexicanos más vulnerables.

Debido a lo anterior, dio a conocer que anteriormente se repartía 76% de los recursos de programas sociales en efectivo, mientras que en la actualidad esto se ha reducido a 50% en efectivo y 50% de manera electrónica.

“En estos pocos meses, 50% de los beneficios que se distribuyen se dan por medio de una tarjeta con chip. Esto evita graves problemas que teníamos: uno, el de corrupción, y otro, el tema de inseguridad”, dijo.

Dijo que el Banco del Bienestar tiene como objetivo hacia 2024 llevar estos recursos de programas sociales a más de 20 millones de mexicanos que viven en condiciones de marginalidad, además de atender las necesidades de grupos específicos como migrantes, mujeres, indígenas, jóvenes y niños.

El pasado 9 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una invitación pública a la banca comercial a sumarse a los Bancos del Bienestar.

“Vamos a ofrecerles a los bancos acuerdos para que en vez de que tengan 300, 500 sucursales, puedan tener mil, 2 mil, con la garantía de que van a dispersar fondos y van a obtener comisiones razonables.

“Pero tienen garantizado el que van a poder manejar estos fondos y lo que inviertan en la construcción de las sucursales lo van a poder recuperar en un plazo considerable, porque van a tener garantizados los recursos que estamos ahora dispersando en el país”, dijo.

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