La percepción de inseguridad entre la población comenzó una tendencia a la baja desde junio del año pasado y no a partir de diciembre de 2018, como lo aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador el miércoles de la semana pasada.

Al cumplirse el plazo de seis meses que se impuso en abril de 2019 para disminuir la incidencia delictiva en el país, el Mandatario presentó la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la que destacó que a partir de diciembre inició la disminución en la percepción de inseguridad urbana entre la población.

“Se ha logrado que la gente tenga confianza en esta estrategia. No lo digo yo, lo dice la última encuesta del Inegi”, señaló López Obrador al referirse a la ENSU 2019, que es correspondiente al tercer trimestre de este año.

Sin embargo, la percepción de inseguridad empezó a bajar desde junio de 2018, luego de alcanzar su máximo histórico en marzo de ese año, en el que 76.8% de la población de 18 años y más consideraba que vivir en su ciudad era inseguro.

Según las estadísticas de la ENSU, en junio del año pasado, 75.9% de la población de 18 años y más consideraba que, en términos de delincuencia, vivir en su ciudad era inseguro; en septiembre de 2018, 74.9%; en diciembre de 2018, 73.7%; en marzo de 2019, 74.6%; en junio de 2019, 73.9%, y en septiembre de 2019, 71.3%.

El presidente López Obrador y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, han utilizado distintas encuestas del Inegi para demostrar que la percepción de la inseguridad en el país disminuyó en la actual administración.

Al presentar un informe sobre la situación de seguridad pública —antes del asesinato de policías en Michoacán, de presuntos sicarios en Guerrero y del fallido operativo en Culiacán—, Durazo Montaño mostró los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2019, en la que señaló la disminución de apenas un punto porcentual.

Con el trabajo diario, dijo, se logró bajar un punto la percepción de inseguridad, al pasar de 79.4% a 78.9%.

Durazo Montaño también informó que 41.5% de la incidencia delictiva se concentra en Guanajuato, Baja California, Estado de México, Jalisco y Chihuahua.

De diciembre de 2018 a agosto de 2019, Tijuana, Baja California, es la ciudad que más homicidios ha sumado, seguida de Ciudad Juárez, Chihuahua, con 678 casos, y de Monterrey, Nuevo León, con 189 casos.

El único delito que presumió a la baja fue el robo de vehículo en el Estado de México, Jalisco, Baja California, Puebla, entidades donde más se concentra, al acumular 62.2% de la estadística nacional.

“Se están haciendo las comparaciones y percepciones que mejor le convienen al gobierno”, aseguró el especialista en seguridad Ricardo Márquez Blas. Consultado al respecto, afirmó que apenas el año pasado la percepción de la seguridad era baja, mientras que los asesinatos se encontraban al alza.

El director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez, señaló que durante el tercer trimestre de 2019, la población mayor de 18 años cambió su hábito de caminar de noche en alrededores de su vivienda por temor a ser víctima de la delincuencia, de acuerdo con los resultados de la ENSU.

Ante estas estadísticas, el especialista consideró que es “momento de que se desarrolle una estrategia, se recuperen las capacidades de operación conforme a protocolos y dotemos a las instituciones de los recursos necesarios.

“La última encuesta de seguridad urbana nos indica que el fenómeno delictivo se incrementó en extorsiones, homicidios, secuestros y narcomenudeo, por ello este año se establece como uno de las más violentos”, agregó.

El director de la organización Semáforo Delictivo, Santiago Roel, afirmó que en términos generales, 2019 ha sido malo en materia de incidencia delictiva, porque nueve delitos se incrementaron y solamente dos disminuyeron. “No hay nada favorable. Nos encantaría ver que estén bajando más ilícitos, los que son de alto impacto, como el homicidio doloso, que son los que más le preocupan a la comunidad y a las autoridades”, comentó.

Indicó que la extorsión aumentó 35%; la violación, 12%; el narcomenudeo, 16%; el robo a negocio, 11%; el feminicidio, 9%; la violencia familiar, 6%; el homicidio, 4%; las lesiones, 4%, y el secuestro, 2%.

Por el contrario, reportó, disminuyeron el robo de vehículo en 11% y el robo a casa habitación. En lo referente al homicidio doloso, Roel explicó que 19 estados del país tuvieron un incremento y 13, una reducción. Entre las entidades con mayor alza destacan Nuevo León, con 73%; Hidalgo, con 51%; Sonora y Morelos, con 44%, y Tlaxcala y Tabasco, con 29%.

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