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En Fuentezuelas, la muerte llegó a las 6:30 de la mañana. Es el 11 de diciembre de 2018 y desde la madrugada unos 200 habitantes de esta comunidad de Tequisquiapan, Querétaro, participan en una procesión en honor a la Virgen de Guadalupe. Además de los fieles, el contingente incluye una banda de música oaxaqueña, las imágenes religiosas y un albero, encargado de encender la pirotecnia que anuncia el inicio de la fiesta.
Pero hoy no habrá festejos. Una chispa ha alcanzado los mil 500 cohetones que se acumulaban a un lado de la capilla y ha iniciado una serie de estallidos que se mezclaron con gritos de dolor. El saldo del fuego es de 11 kilos de pirotecnia quemada, seis muertos y más de medio centenar de heridos.
La explosión en Fuentezuelas es la última con víctimas mortales de una cadena de accidentes relacionados con la pirotecnia, productos que enMéxico están regulados por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, y cuyos permisos de almacenamiento y compra-venta son expedidos por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Según datos de esta dependencia obtenidos vía Transparencia, en los últimos seis años, con corte al 1 de octubre de 2018, se han registrado 161 explosiones en talleres de todo el país. Además, la Unidad de Datos de EL UNIVERSAL documentó otras 11 hasta el 15 de diciembre, lo que da un total de al menos 172, de las cuales en 72 hubo muertes.
De acuerdo con un monitoreo de notas periodísticas, en estos accidentes registrados de 2012 a la primera quincena de diciembre de 2018, murieron unos 241 mexicanos, y 894 resultaron heridos.
Aunque la Sedena asegura que con 39 accidentes, 2017 fue el año con más percances, 2016 es el año que concentra más muertes, con 63, 42 de ellas en las explosiones del mercado de San Pablito, en Tultepec, Estado de México.
Precisamente es el Estado de México, considerado la cuna de la pirotecnia, donde se concentran 63 de estos accidentes durante el sexenio, mismos que dejaron 144 víctimas. Pero las explosiones de este tipo alcanzan casi la mitad de la geografía nacional y se han presentado en 20 de las 32 entidades, sobe todo en las del centro del país.
Después del Edomex, Puebla es la entidad donde más casos se registraron, con un total de 12 explosiones y 31 víctimas. El más grave fue en Chilchotla, el 15 de mayo de 2017, cuando 14 personas murieron al estallar un almacén. De las víctimas, 11 eran menores de edad.
Otras entidades que acumulan accidentes son Jalisco, con siete casos; Michoacán, con seis, y Tlaxcala, cinco. En esta entidad se registró el evento que dejó el mayor número de heridos, cuando en marzo de 2013 explotó un polvorín en Nativitas, accidente que dejó 13 muertos y 154 heridos.
...y casi 3 mil permisos
Aunque existe la regulación de Sedena y en Querétaro la ley estatal reglamenta la pirotecnia, en Tequisquiapan, donde hace 19 días murieron seis personas en una procesión, el municipio no incluye el tema en el reglamento local.
En 2017, en Chilchotla, Puebla, una explosión cobró la vida de 14 personas, 11 eran menores.
Tras la festividad truncada, el Ejército decomisó 4 mil 700 cohetes sueltos que se tenían en la comunidad, los cuales fueron destruidos. Además, se detectó que en La Tortuga, otra localidad del municipio, se resguardaban dos toneladas más, que serían usadas en la fiesta patronal, también este mes.
De acuerdo con el edil de Tequisquiapan, Antonio Mejía, el gobierno municipal entrega permisos para la quema de pirotecnia en fiestas patronales a quienes cumplan con requisitos de la Sedena, pero ni así se ha evitado que los habitantes la acumulen de forma irregular.
En Tequisquiapan, Querétaro, el 11 de diciembre pasado 6 murieron durante una fiesta patronal.
En realidad, contar o no con un permiso para la venta o almacenamiento de estos productos no garantiza que se eviten estos accidentes. La Sedena, por ejemplo, reporta que pese al más de centenar de accidentes, sólo ha cancelado 70 permisos de este tipo desde 2012; además de suspender otros 82.
Según la solicitud de información con folio 0000700184618, entre 2012 y el 1 de octubre de 2018 se otorgaron 2 mil 777 permisos para almacenamiento y venta de juegos pirotécnicos, 60% entre 2013 y 2014. Luego de esos años la entrega se desplomó y este año sólo se habían dado 63. A ellos se suman 143 que se entregaron el viernes a dos años de las explosiones de San Pablito, en Tultepec.
Por entidad, el Estado de México concentró la entrega de permisos en ese sexenio con 798, le sigue Zacatecas, con 276; Puebla, 203; Guanajuato, 177 y Morelos, 145.
***Con información de Alma Córdova