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Esculturas dedicadas a dioses aztecas, ofrendas, ollas, flautas, braseros prehispánicos, así como utensilios de la época virreinal y objetos paleontológicos que datan desde hace mil 800 años de antigüedad, son algunos de los artículos que de 2012 a 2016 recolectaron arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en los terrenos del lago de Texcoco, y donde actualmente se construye el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Lo anterior lo informó EL UNIVERSAL en su edición del 1 de mayo de 2015 en el que adelantó que la zona donde se construye el nuevo aeropuerto es una área de vestigios arqueológicos prehispánicos y coloniales, debido a que hasta el momento expertos están restaurando 170 objetos de diversos materiales que permanecen en resguardo de esa institución.
La paraestatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares debe avisar al INAH sobre cualquier obra encaminada a la construcción del NAIM, debido a la zona arqueológica donde edifican la obra. (REUTERS)
Los documentos obtenidos vía ley de transparencia por El Gran Diario de México detallan que la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH determinó, con base en los estudios hechos por los arqueólogos que estuvieron en el lago de Texcoco, que no existe inconveniente en materia arqueológica para que se realicen las actividades de construcción, siempre y cuando, señala la dependencia: “En caso de que algún trabajo implique la remoción de la superficie del suelo actual, personal de esta investigación deberá supervisar y vigilar estas obras con el propósito de que no haya afectación cultural”.
La paraestatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) deberá avisar a la dirección de salvamento sobre el inicio de cualquiera de los trabajos encaminados a la construcción de las nuevas instalaciones aeroportuarias.
Además, en caso de algún hallazgo o accidente que ocurra a los monumentos arqueológicos con motivo de las actividades de construcción, aun sin la presencia de un arqueólogo, se deberán de interrumpir de inmediato los trabajos para dar aviso a la dirección con el fin de implementar las acciones pertinentes para salvaguardar estos materiales.
A la luz
El INAH indica que en el proyecto denominado ”Salvamento Arqueológico al Interior del Lago de Texcoco en su zona Oriente, Estado de México”, un grupo de arqueólogos, coordinados por Francisco Ortuño Cos, realizaron una investigación arqueológica encaminada a la protección y salvaguarda del patrimonio histórico y paleontológico existente en el área de la obra aeroportuaria.
El organismo federal detalla que en esta investigación de salvamento, en la cual la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) erogó 3 millones 740 mil pesos en el salario de los arqueólogos y equipo, se llevó a cabo la prospección arqueológica con el recorrido sistemático de la superficie del área de obra, la cual se dividió en tres partes.
Los documentos indican que en la primera etapa se descubrieron y registraron 28 áreas con vestigios, los cuales fueron recuperados y protegidos, además de otros 307 puntos que concentraban materiales como cerámica, conchas huesos, así como otros elementos que revelaron la evidencia arqueológica de asentamientos humanos y explotación de recursos lacustres con una antigüedad de por lo menos mil 800 años.
Expertos del INAH realizan los análisis de los materiales recuperados en las distintas fases de la investigación arqueológica.
El grupo de expertos concluyó que, con base en los resultados de las exploraciones hechas en estos terrenos lacustres, existe una relevancia de por lo menos cuatro áreas de carácter ritual pertenecientes a la cultura azteca del periodo posclásico tardío, en las que se descubrieron elementos que permiten inferir la existencia de altares que fueron construidos con materiales perecederos sobre pequeñas estructuras soportadas por pilotes de madera, en lo que eran depositadas ofrendas dedicadas a las deidades del agua o de la salud.
El INAH destacó las vasijas encontradas con símbolos referentes a Tláloc, vasijas con símbolos acuáticos y con grecas, figurillas femeninas con atributos de la diosa Chalchiuhtlicue, además de sahumadores con remate de cabezas de serpientes, representaciones de rana y navajillas de obsidiana.
Atenco prehispánico
El amplio informe confirmó lo que El Gran Diario de México señaló en 2015, en el sentido de que en los cerros del ejido de Atenco, colindantes con el nuevo aeropuerto, se encontraban varios vestigios arqueológicos, entre petrograbados y restos de cerámica prehispánica, los cuales servían como un sitio religioso. Sin embargo, el INAH detalla que como esta zona está fuera de la construcción del área federal no se investigará.
“Mención aparte merecen los dos pequeños cerros ubicados al oriente del lago, el Coatepec y el Tepetzingo (…); sin lugar a duda formaron parte de las ceremonias previas a las peticiones de lluvia, mejores cosechas y buena vida, debieron funcionar como los grandes templos en las grandes urbes como Tenochtitlan, Tlatelolco y Texcoco. Desafortunadamente para la investigación, estas elevaciones naturales con presencia de petrograbados y materiales prehispánicos están fuera del área federal y protegidos por gente de los poblados y Nexquipayac”, señala el documento.
Actualmente, expertos de esta dirección realizan los análisis de los materiales recuperados en las distintas fases hechas por la investigación en el lago de Texcoco, por lo que hasta el momento se han restaurado 170 bienes de diferentes materias primas, las cuales en su totalidad se encuentran bajo resguardo en las instalaciones de esa dependencia.