De los más de 7 mil empleados que integran la burocracia del gobierno estatal, sólo unas 700 personas siguen trabajando de manera presencial, dijo la titular de la Oficialía Mayor de San Luis Potosí, Ada Andrade, quien explicó que esto derivó de las medidas que se tomaron a raíz de la contingencia sanitaria por el coronavirus.

Detalló que al último corte que se hizo el pasado viernes, un 31% de los trabajadores, alrededor de 2 mil 170, fueron considerados como de “alto riesgo”, es decir, que ya sea por su edad, enfermedades crónicas o que tuvieran hijos en edades muy tempranas, se les permitió irse a casa para evitar que pudieran ser contagiados.

Por otro lado, un 33% de los empleados desempeña funciones que pueden realizarse desde cualquier sitio donde haya una computadora e internet, o sea, home office, por lo que 2 mil 310 trabajadores de todas las dependencias siguen operando, pero desde sus domicilios.

De igual forma, un 25%, aproximadamente mil 750 personas, se encuentran bajo un esquema de rol de guardias, lo que significa que, si bien laboran presencialmente, no lo hacen en los horarios acostumbrados ni todos los días, solamente en los turnos asignados, de tal forma que su área no quede desprotegida.

Señaló que los que sí están trabajando normalmente son, aproximadamente, el 10% de la plantilla laboral del gobierno, ya sea porque sus áreas son esenciales para la labor de la administración estatal o simplemente porque no están ni dentro del rango de edad o demás supuestos que se establecieron para enviarlos a sus hogares.

etp

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