Texto: Angélica Navarrete R.

Francisco M. tenía 9 años cuando fue secuestrado en el Pedregal de San Ángel. Esperaba el camión que todos los días lo llevaba a la escuela, casi frente a su casa, junto con sus dos hermanos. La trabajadora doméstica, María Pérez, siempre los acompañaba en la espera.

Las notas del caso, escritas en este diario por el reconocido reportero Eduardo Téllez Vargas,  describen que cerca de las siete y media de la mañana de aquel abril de 1974, un automóvil Volkswagen beige “safari”, sin placas. se detuvo junto a ellos, de él bajaron dos hombres que rápidamente lo cargaron y metieron al coche.

La sorpresa y el desconcierto no impidieron que María enfrentara a los sujetos; sin embargo, solo pudo observar cómo el niño se alejaba en manos de los desconocidos. Un chofer de una casa contigua que se percató de todo subió a su coche e intentó perseguirlos sin éxito.

María informó de inmediato a los padres del niño quienes, sin poder creerlo, llamaron a la policía que llegó al Pedregal minutos antes de las 8 de la mañana.

El niño rescatado en 1974 gracias a una increíble casualidad
El niño rescatado en 1974 gracias a una increíble casualidad
El niño rescatado en 1974 gracias a una increíble casualidad
El niño rescatado en 1974 gracias a una increíble casualidad

Visto y rescatado por casualidad

El niño rescatado en 1974 gracias a una increíble casualidad
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Eran cinco los secuestradores, dos de ellos asesinos

El niño rescatado en 1974 gracias a una increíble casualidad
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  1. Fuente:
  2. Hemeroteca EL UNIVERSAL


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