Más de tres mil tamales y decenas de litros de atole se preparan para repartir entre cientos de personas para la tradicional, más no convencional, levantada del niño Dios que la familia Contreras Mejía organiza año con año.

El Día de la Candelaria marca oficialmente el término de los festejos navideños y durante esta fecha cientos de mexicanos visten a la figura del niño Dios para presentarlo a la iglesia, tal como lo hicieron la virgen María y San José a los 40 días de nacer su hijo Jesús.

En la vivienda marcada con el número 6A de la avenida Fray Diego de la Magdalena en la colonia Los Álamos, esta tradición pasa de lo convencional ya que en el domicilio no hay un simple nacimiento, sino una habitación entera dedicada al niño Jesús con más de 60 figuras que permanecen acostados en espera de la llegada de sus padrinos.

De todos los tamaños, materiales y tonalidades, cada niño Dios es apreciado por la familia; de manera especial hay un niño doctor, una divina infantita María y figuras con una antigüedad de hasta 90 años que le otorgaron el sobrenombre de 'La casa de los niños', debido a que el nacimiento elaborado con materiales tradicionales como papel roca, heno, cientos de esferas y elementos decorativos provocan gran curiosidad a quienes pasan por la acera, pues es perceptible desde la ventana.

"El niño de Belén le ha concedido a muchachas que no han podido tener familia, vienen y lo cargan, después regresan con su bebé en brazos, por eso le dejan sus milagros", dijo Martín Contreras, integrante de la familia.

Martín, quién se encarga de mantener la tradición, reveló que esta surgió hace alrededor de 50 años, cuando Doña Felipa Candelaria Zapata, su abuela, inculcaba su devoción a los más pequeños de la familia con una pequeña figura del niño Dios a la que gustaba de organizarle posadas y grandes festejos, lo que originó que familiares y conocidos le regalaran más figuras de las que no podían o no querían hacerse cargo, prácticamente ella los adoptó hasta que la cantidad incrementó sustancialmente.

"Nos siguen regalando niños, nos han traído niños de las familias que han fallecido y aquí se siguen adoptando todos los niños; la devoción empezó desde que mi abuelita tenía 12 años", indicó Martín.

Cada año, en el Día de la Candelaria esta familia festeja en grande la levantada de sus niños Dios y preparan miles de tamales, atole y hasta pozole para regalar a todas las personas que se acercan a su nacimiento, todos cooperan y lo hacen para compartir con quien llegue, en esta celebración no hay distinción y todos son bienvenidos.

"Mi abuela le prometía a los niños que si ellos le ayudaban en la vendimia de tamales del 24 de diciembre, ella regalaba en su acostada todo lo que vendiera en su venta de tamales y así hasta la fecha cada año nos siguen socorriendo los niños", señaló.

Pero la devoción y la fe de esta familia no termina ahí, hace unos años veneran también la imagen de un Cristo que relatan se formó con la aparición de pequeñas grietas en el piso y aseguran que cada vez que cumple un milagro brotan gotas de agua.

Año con año la familia ha seguido con la tradición, tal cómo les fue inculcada por la mujer que sembró la fe en sus corazones, en este año el festejo de los niños Dios se pospuso por causas de fuerza mayor al próximo sábado 09 de febrero, pero aseguran que la devoción será la misma.

maria.hernandez@clabsa.com.mx

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