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Estrellas con los colores del arcoíris, metálicas, medianas, grandes y enormes, año con año la familia Alvarado prepara miles de piñatas para las tradicionales posadas navideñas.
Sentados frente a su casa, bajo unos toldos que los cubren del sol, se encuentra toda esta familia desde temprano, con sus papeles de colores, despachadores de cinta adhesiva, kilos y kilos de cartón metálico y bolas de periódico previamente hechas, y con una gran sonrisa, trabajando en secuencia para fabricar alrededor de 190 piñatas diarias de todos los tamaños.
"Cada quien en la familia tiene una función, está el que arma y luego forra, otro pica el papel, otra persona pone el chino y los niños son los encargados de traer el material que se necesite; todos trabajan aquí", detalló Verónica Alvarado, fundadora del negocio.
El negocio se creó hace más de una década, y ya es conocido por muchas personas en toda la ciudad, pero trabajan especialmente para empresas de manufactura de la zona industrial, quienes hacen enormes pedidos de piñatas gigantes para decorar sus naves industriales.
"Empezamos hace 14 años e iniciamos por la necesidad porque no teníamos dinero y dijimos que íbamos a hacer piñatas a ver qué tal nos quedan, ya de ahí en adelante fuimos creciendo cada día más y se empezó a hacer un negocio familiar".
Pero este proceso navideño no comienza aquí, desde el mes de junio se empiezan a elaborar las bolas de papel que irán en el centro, así tienen tiempo suficiente para que endurezcan y soporten los dulces que llevarán.
Trabajando en equipo esta familia puede elaborar una piñata en tan solo 15 minutos, pero si se trata de una de tamaño grande el proceso puede tardar todo un día, pues llegan a medir tres metros por dos y medio de ancho, lo principal es la dedicación que le ponen.
“Es la época en que estamos más unidos, es más bonito porque toda la familia se une y todos trabajamos. De hecho mi mamá también viene hacer piñatas, aquí estamos todos", señaló Luis Trujillo, uno de los más jóvenes de la familia.
Verónica, quien también apoya a su familia en este proceso, indicó que las estrellas no son el único diseño que elaboran, ya que el resto del año lo dedican a encargos especiales.
"Por ejemplo, vienen a encargar diseños raros como las cabezas de olmecas, strippers o diferentes figuras de acción y todas esas las hacemos sobre pedido".
Los precios van desde 25 pesos hasta 350 en los tamaños más comunes, mientras las gigantes pueden costar entre mil y mil 400 pesos dependiendo el diseño.
"Los esperamos a que vengan por sus piñatas, estamos en callejón de López número 160 en Mariano Ávila, son piñatas tradicionales", finalizó Verónica.
maria.hernandez@clabsa.com.mx
vkc
