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Con un mensaje vía WhatsApp y algunos posteos en Facebook inició la lucha digital para que Nina, de 11 años de edad, lograra ganar una beca para participar en la clínica de verano del Barça Academy México a realizarse en la ciudad de San Luis Potosí durante el mes de junio. Los hastags #JuegaComoNina, #32 y #LikeAGirl acompañan la foto de Nina, ella sujetaba un balón de futbol con una gran sonrisa.
La organización, vigilancia y sobre todo la sororidad de miles de mujeres ayudaron a que Nina ganara la beca. Su madre, Andrea, le contó a El Universal San Luis Potosí la odisea por la que acaban de pasar hace algunos días, donde comenzó a recibir mensajes de aliento de Chile, Argentina y todo México para que su hija entrara a este programa deportivo.
En los últimos meses la desigualdad por género que hay en el futbol ha sido más evidente. Como ejemplo está que la selección femenil mexicana gana mucho menos que sus pares de la selección varonil. También es evidente que para ellas no hay grandes patrocinios o promoción, a pesar de que los entrenamientos y exigencia física son iguales para ambas selecciones. Nina está consciente de esta diferencia, además ella señaló que los hombres tendrían que aprender de las jugadoras y no ser tan dramáticos para lograr que les marquen una falta.
En entrevista Nina y Andrea platicaron sobre esta meta alcanzada, la viralidad, los planes para el futuro y cómo es que una niña se enfrenta día a día para ganarse el lugar dentro de un deporte que es regido por hombres. “Me llamo Nina y tengo 11 años, yo jugaba con mis amigos en la calle desde los 5 años”, así inició su presentación, marcó una pausa diciendo que en un mes cumplirá los 12 años.
Nina comenzó a contar como fue que se enteró del concurso, organizado por una revista de eventos sociales, “una amiga de mi mamá que sabe que me gusta mucho el futbol le compartió la información y de ahí, fuimos el viernes por la ficha, me tocó el número 32, después pasamos a la fase 1 donde tenías que meter un penal, tenías tres oportunidades y yo lo metí a la primera, después me tomaron la foto”.
La segunda fase estuvo basada en votos virtuales, en este punto fue cuando se dio a conocer que Nina era la única niña que estaba participando para asistir a la clínica del Barça. Gracias a un post en Facebook el apoyo para Nina se viralizó. Andrea, mamá de Nina, comentó que recibió mensajes de mujeres que mandaban los mejores deseos desde Chile, Argentina y de varios estado de la república. De 50 niños que se inscribieron, seleccionaron a 16, después los votos fueron cerrando los espacios hasta que la revista dio a conocer que Nina era la ganadora.
“Me sentí muy emocionada, yo llegué de la escuela a checar cuantos votos llevaba… estuve un buen rato ahí entonces en eso me salió que yo había ganado y que esta persona se había retirado, entonces yo estaba ahí en mi cama gritando porque me había emocionado mucho”, relató Nina.
Al preguntarle qué planes tiene para el futuro ella respondió que quiere ser futbolista profesional o piloto de la Fuerza Aérea, por su papá. Nina mandó un consejo para todas las niñas, ella les pide “que nunca se rindan, que confíen en ellas mismas, sin importar, que saquen lo positivo de lo que les digan las otras personas no lo negativo...” que no se encierren en lo negativo y sigan adelante. La imaginación de Nina la transporta a un estadio abarrotado, donde narren una de sus jugadas que termine en gol. Ella no piensa rendirse.
Este triunfo de Nina para ser parte de una clínica deportiva ocurre a la par del Mundial Femenil de Futbol. Ella es consciente de la desigualdad por género que hay dentro de esta disciplina y opina que no se le hace justo “unas personas le echan muchas ganas y otras no, los jugadores de fútbol, los hombres muchas veces en los partidos se tiran para ganar la falta, entonces las jugadoras hacen el choque bien, se sigue la jugada, se tiran pero no hacen tanto show como los niños”.
Para ella no hay diferente entre lo varonil o lo femenil, para Nina el futbol es futbol y desea que los equipos sean mixtos. Por ahora, forma parte de una escuadra donde es la única niña. Gracias a su dedicación y talento es la capitana, su posición dentro del campo es defensa central.
Durante el tiempo que lleva Nina practicando el futbol dentro de equipos establecidos y en torneos, uno de los inconvenientes en a los que se ha enfrentado es que no ha logrado entrar en una “Copa Bimbo”, ahí se establece que los equipos no pueden ser mixtos. Andrea ha mandado cartas a los organizadores, sin embargo, las regla es inamovible “si eres niña juegas con puras niñas, si eres niño juegas con puros niños”.
Otra de las batallas se encuentra fuera del campo. Los comentarios que su familia escuchan en las gradas durante los partidos evidencian el sexismo dentro del futbol, “es muy triste, a veces los chicos contrincantes no saben que yo soy su mamá, o su hermano o su papá, nos ha tocado escuchar comentarios ‘¡sobre la niña, sobre la niña!’ no nos preocupa, la conocemos a ella, conocemos su juego, lo preocupante es que la siguen viendo como un punto vulnerable dentro de un equipo mixto. Según Andrea, otra parte preocupante es cuando se piensa que esos niños son los adultos de mañana y se cuestiona “entonces ¿qué visión están teniendo? ¿Qué visión es la que se está construyendo?”.
La familia de Nina es originaria de Monterrey. Antes de llegar a la capital potosina radicaron en Mérida, ahí Nina era parte de un equipo femenil. Los partidos y entrenamientos eran menos frecuentes debido a que el grupo se acababa de conformar y sobre todo por las condiciones climáticas, “se desesperaba porque había lluvias y cuando llovía cancelaban los entrenamientos, me decía “¡mamá pero es que es agua, no nos va a pasar nada!”.
Hace dos años llegaron a San Luis Potosí, desde ese entonces Nina se integró al equipo de la escuela. En un principio esto también fue difícil, debido a que ella es la única niña dentro de la agrupación, sin embargo, su trabajo, talento y dedicación la han llevado a ocupar el puesto de capitana. Andrea, quien es psicopedagoga, dio un mensaje para los padres de familia “todos los papás quieren que sean felices, que tengan lo que ellos no tuvieron, también debería de preguntarse qué quieren, ¿qué mi hijo sea independiente? no repetir, mejor ser conscientes de qué herramienta le quiero dejar para mañana”.
apl