El barrio de San Miguelito, uno de los más importantes de los 7 que conforman la capital potosina, es el barrio que se menciona en la canción de “acuarela potosina”, es el barrio qué dentro de todas sus tradiciones, las más arraigadas son la religión y la lucha libre.
Es poco conocido que las calles del barrio de San Miguelito albergan a personas orgullosas de su origen, de sus raíces, personas trabajadoras, pero dentro de estas se esconden otras detrás de una máscara, los héroes enmascarados que cada fin de semana suben al ring de 6x6 a ser el deleite de chicos y grandes; siendo por mucho, San Miguelito cuna de muchos de los luchadores de la escena potosina.
La gran festividad de los luchadores sucede cada 24 de mayo, la fiesta patronal de la iglesia de María Auxiliadora, inclaustrada en el corazón del barrio de San Miguelito, cerca del “Tecuan”, entre las calles de Espinoza y Cuevas, esquina con Xicoténcatl, se encontró un espacio suficientemente grande como para colocar un ring de lucha libre.
José Luis Ramírez, mejor conocido como “El Coyote Azul” junto a su familia se ha encargado de realizar esta función gratuita de lucha libre cada año, guiado por su fe hacia la virgen María Auxiliadora, prometió cada año realizar una lucha en su honor, sin saber que esto cobraría una fuerza importante; sus hijos, también luchadores continúan con esta tradición, Coyote Azul Jr., Oro Azul y Rey Diamante se han vuelto parte de la festividad.
¿La lucha se vive en la arena?
Puristas de este deporte espectáculo siempre se han llenado la boca en decir que para ser conocedor de lucha libre se tiene que ir a las arenas, pero también existen estas otras funciones, ¿Qué tanta posibilidad tienes de ver un deporte profesional en la calle?... Nunca verás un partido de fútbol profesional en la esquina de tu casa, pero con la lucha libre ocurre diferente, lugar donde se pueda colocar un ring, lugar donde surgirá su magia.
Gritos, porras, mentadas, luchadores que enardecen al público con un solo movimiento de sus manos, un gesto, incluso con un: “¡arriba el américa!” hacen un cúmulo de sentimientos y acciones en los asistentes, niños apoyando a sus ídolos, sea rudo sea técnico, otros más van y gritan insultos al luchador como si fuera ese jefe del trabajo al cual no pueden gritarle esas cosas, personas que sacan el estrés viendo a un rudo masacra a su rival o un técnico muestra la pulcritud de sus movimientos.
¿Mi vecino es luchador? Es el pensamiento que pasa por muchas de las personas que asisten a esta función, que en su mayoría los participantes son luchadores que viven en San Miguelito.
Las inclemencias del tiempo es algo que no se puede controlar en funciones de esta índole, incluso funciones de María Auxiliadora han tenido que ser canceladas por la excesiva lluvia que suele pasar en mayo en la capital potosina.
La lucha libre es uno de los deportes de más arraigo en México, en eventos como estos se ven a familias enteras apoyando a sus luchadores favoritos que van y se entregan a esta función gratuita, la cual algunos han denominado “El Wrestlemania del Barrio”, poniéndolo en una órbita de evento grande, donde han caído máscaras, cabelleras, se han ganado trofeos, campeonatos, se ha tenido la presencia de luchadores internacionales, de grandes leyendas como Los Hermanos Dinamita y todo en pro de festejar la fe de una familia por medio de su modo de vida, la lucha libre.
Las luchas de María Auxiliadora se han popularizado a tal grado que es el evento más esperado, para muchos luchadores locales recibir una invitación a participar en esta función es un gran honor, ya que para ingresar a este cartel hay que tener cierto prestigio en la lucha local, ya que la afición de San Miguelito se caracteriza por ser conocedores le arte del “catch”, aficionados que saben apreciar desde una buena llave aplicada, hasta un vuelo espectacular, incluso llegando a premiar a los luchadores arrojando dinero al ring, el cual es un gesto tradicional donde se le reconoce al luchador que su lucha valió más que el boleto que se pagó.
Aunque la función es gratuita a todo público, colonos y vecinos del barrio de san miguelito cooperan con la familia del Coyote Azul, ya sea para rentar los toldos, las sillas, el sonido, el ring, invitarle algo de comer a los luchadores, todo esto mostrando la unión que aún se tiene en los barrios populares de San Luis.
Para vivir la experiencia de lucha libre hay que asistir a las arenas, para saber lo que es el barrio, hay que vivir en el barrio; luchadores, héroes de carne y hueso, que no sabes si son tu vecino, el taxista que te llevó de un lado a otro, el carnicero o hasta el señor de la tienda, todo este misterio que envuelve la vida de un luchador de barrio.
gpl