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“Municipios que otorgan permisos para la venta de cohetes no saben la magnitud del peligro al que exponen a la población, al permitir lugares alrededor de centros comerciales o donde hay gran concentración de personas, dado que el manejo de pólvora es muy delicado y la reacción no es una llamarada sino una explosión importante en la que no se necesita de mucha pólvora para alcanzarlo”, advierte el maestro pirotécnico Juan Bautista Medina Pérez, propietario de la empresa MML con décadas de experiencia en la elaboración de castillos y diseño de espectáculo pirotécnico, con origen en el Barrio de Tlaxcala de esta ciudad.
Explica que el problema radica en los ingredientes que se usan que son de mala calidad y altamente explosivos, que provienen de algunos estados del país y usados para la elaboración de cohetones por gente sin experiencia y por el clandestinaje que prevalece.
Para conocer más o menos la dimensión del riesgo que implica el manejo de la pólvora señala que en San Luis Potosí capital existen autorizados por la Sedena tres fabricantes; 20 a nivel estado y al menos mil clandestinos, éstos últimos son quienes en su mayoría realizan artefactos muy fuertes que están prohibidos en su elaboración, debido a que pueden volar fácilmente la mano de una persona o de los niños, e incluso puede costar la vida.
“Sirven para matarte, porque son proyectiles que pueden pegarte en una explosión y no te queda nada, no necesitas tanto, con 150 cohetes que hacemos no dejas nada, así que con 10 mil imagínate”, declara.
Señala que hoy en día para poder trabajar castillos pirotécnicos artesanales con base de carrizo, se requiere hacerlo en lugares alejados de la mancha urbana, debidamente controlados y con las medidas de seguridad requeridas. Cabe destacar que en San Luis Potosí es el único que lo desarrolla con esta técnica artesanal, pues ya existen algunos que usan aluminio.
El señor Juan Bautista Medina Pérez es la quinta generación de una familia de maestros pirotécnicos que para llegar al nivel de conocimiento sobre los materiales apropiados ha tenido que atravesar por el estudio de materiales químicos, realizar algunos experimentos, usar y desechar materiales que provienen del extranjero o del país y experimentar la pérdida de seres queridos, pues es un trabajo de alto riesgo.
San Luis Potosí es reconocido a nivel nacional e internacional con maestros con mayor conocimiento en el manejo de elementos para la fabricación de material ganando reconocimientos a ese nivel al participar en eventos exclusivos de exhibición en el Estado de México y en países como Bélgica, Rusia, Estados Unidos o la Isla de Malta.
Destaca que elaborar un castillo o preparar un espectáculo de gran nivel puede llevar casi un mes para un tiempo aproximado de media hora, iluminado ininterrumpidamente el cielo y cuyo costo puede ser de aproximadamente medio millón de pesos.
“El bicarbonato de sodio que usamos tradicionalmente en la cocina, es el que le da el color amarillo, el benzoato de sodio que se usa como conservador es el que la da el chiflido a la pólvora y usamos algunos ingredientes como azúcar y sopas para darle forma a los materiales, hay cloratos y nitratos de potasio elaborados en México que son de mejor calidad que los extranjeros porque tienen menos humedad y da mejores efectos”, señala
El maestro pirotécnico explica que para preparar estos espectáculos implica un grupo de al menos 8 personas, obtener permisos para el traslado y viáticos que no son económicos, de ahí que la pirotecnia es un negocio caro como lo es en igual medida riesgoso, sin embargo, el alcance y lo agradable que resulta a la vista sigue siendo un costo que para muchos bien vale la pena correr el riesgo o pagar por ello.
sergio.marin@clabsa.com.mx
apl