No sé a ustedes, apreciados lectores, pero a mí —como decíamos de niños—, cuando yo sea grande, me gustaría tener la habilidad del maese Francisco Enrique Galindo Ceballos, de poder nadar en aguas embravecidas y en medio de hambrientos tiburones, tal como lo ha venido demostrando, con mayor énfasis, desde la pasada visita de la presidenta Claudia Sheinbaum; luego, en la reunión con la dirigencia de su —hoy sí— propio partido, a nivel local y nacional, el PRI; y finalmente durante la presentación del primer informe de su segunda gestión municipal.
En todos esos momentos, se le pudo ver como pez en el agua: lo mismo con dirigentes de Morena, confundido entre ellos; tomándose la selfie con la primera mandataria del país; sonriendo de cabo a rabo al lado de Alito Moreno y su presunta archienemiga Sara Rocha; y disertando con entusiasmo frente a su hoy amigable némesis, Ricardo Gallardo Cardona, quien, un tanto inquieto, pudo ser testigo de las habilidades políticas y escénicas de Galindo, que ahora nadó en las mismas aguas de los panistas Ricardo Anaya y Marcelo de los Santos, así como de su correligionaria Carolina Viggiano, entre muchos otros personajes de la misma estatura, que también asistieron a ese primer informe de gestión.
Del evento vale resaltar que el alcalde capitalino, con un excelente timing y un manejo escénico formidable, se dio el lujo no sólo de dar cumplimiento formal a la obligación de ofrecer cuentas a los habitantes de la ciudad capital, sino que además fue detallando una serie de obras y acciones realizadas en este su segundo momento al frente de la comuna potosina, para la cual existe una interesante agenda de proyectos por realizarse el año venidero.
El formato para la presentación del citado informe resultó fresco, alejado totalmente de la solemnidad y el aburrimiento, e incluso un tanto didáctico, como el momento aquel en el cual el alcalde Galindo se comunicó en tiempo real con la tripulante de una de las nuevas patrullas recientemente entregadas a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, y de esa manera mostró la forma en que opera el sistema de videocomunicación y videograbación que apoya las tareas de seguridad ciudadana.
También es digno de resaltar el hecho de que este formato fue realidad por obra y gracia del titular del área de comunicación y su tesonero equipo de trabajo, que, ante la millonada que pretendía cobrar una empresa productora de la Ciudad de México, se dieron a la tarea de urdir la mejor forma de presentarle a toda la potosinidad lo hasta ahora realizado por Galindo Ceballos y sus colaboradores, para mala hora de sus malquerientes.
Y para remacharles el retortijón a sus opositores, Galindo se soltó el pelo resaltando sus proyectos más cercanos, entre los cuales destaca, ahora sí, la construcción del puente deprimido de El Saucito, con el cual será posible resolver el dolor de cabeza que representa tratar de comunicar la parte sur con la parte norte de ese sector de la ciudad, habida cuenta del pesado tráfico que ahí se concentra diariamente.
Otro tema de gran importancia lo representa el nuevo Centro de Inteligencia Urbana, definido al vuelo como una especie de C4 de los servicios municipales, que por cierto será único en el país, y con el cual será posible saber en tiempo real dónde existe un nuevo bache, dónde se presenta una fuga de agua o dónde se requiere la reposición de una lámpara dañada.
Y ya que los mexicanos, y por supuesto la población potosina, somos pamboleros, Enrique Galindo remató con gran satisfacción anunciando que ya se tienen firmados los derechos de transmisión de seis partidos de la Selección Mexicana durante el próximo mundial de fútbol, de manera que será posible presenciar esos espectáculos deportivos en algunos puntos de concentración masiva de esta capital.
Tan bien le salió al munícipe no dejarse flotar nomás “de a muertito”, que el mismísimo gobernador Ricardo Gallardo Cardona estableció el compromiso de coadyuvar para hacer realidad el proyecto vial de El Saucito, así como para mejorar lo referente a la distribución de agua potable.
Por todo lo relatado, yo también quisiera poder nadar con tiburones y en aguas turbulentas. Mientras tanto, por ahí nos encontraremos, Por el Camino.