Desde que el jueves se dio a conocer el reportaje sobre los lugares donde ha vivido un hijo del Presidente en Houston, la opinión pública se ha polarizado. Para algunos, las imágenes mostradas por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) son muestra del doble discurso del titular del Ejecutivo federal. Para otros, representa un ataque más de organizaciones y medios con “intereses del pasado” en su intento por dañar el proceso de la Cuarta Transformación.

De acuerdo con la herramienta de medición digital Xpectus, del jueves 27 hasta ayer a mediodía, 49 millones de personas habían sido alcanzadas por alguno de los trending topics que se han utilizado para atacar a la 4T. Entre ellos destacan algunos como “José Ramón”, “Pemex”, “Son peores”, “Cínico” y “Houston”, mientras que hay otros que se han colocado para exhibir la corrupción del pasado y criticar a los medios que dieron la información, como “Casa Blanca”, “Lord Montajes”, “Aristegui”, “Gaviota” y “Angélica Rivera”.

Sin embargo, de 49 millones de personas alcanzadas en esta conversación, 39 millones retuitearon la información anti 4T y 10 millones apoyaron las publicaciones pro 4T. Dadas estas métricas, no sorprende que la conversación en redes como Twitter y Facebook tenga una actitud 90% negativa hacia AMLO. No necesariamente lo que se “vive” en las redes sociales, tendencias muchas veces empujadas artificialmente por bots, es un paralelismo de la realidad.

De hecho, la cobertura de medios tradicionales sobre el tema aún ha sido escasa, lo que podría cambiar en los siguientes días si se comprueba que hay un verdadero conflicto de intereses o ganancias indebidas por parte de la nuera del Presidente, Carolyn Adams.

Me parece que, si bien este es uno de los escándalos digitales que más ha crecido en el entorno de López Obrador, no necesariamente golpeará su popularidad, dada la polarización que hay en el país. Por un lado, para quienes lo critican, cualquier argumento es bueno para denostarlo, y quienes simpatizan con él, hasta ahora parece que no hay información que los haga cambiar de parecer. Y eso que ya ha habido casos polémicos como el crecimiento de la violencia o la cantidad de muertes por Covid-19, y el presidente sigue con una popularidad superior a 62%.

También es probable que si la nuera de López Obrador, Carolyn Adams, y las empresas con las que trabaja no tienen algún tipo de “pacto”, están en su peor escenario, pues ya hemos visto cómo a familiares del Presidente que tenían contratos lícitos, como su prima Felipa Obrador, se los quitan para no afectar al gobierno. Así que no sorprendería que, de corroborarse que esta casa hubiera sido aportada por una empresa con vínculos petroleros, pierda sus contratos o no le paguen lo que se le adeuda.

Creo que el Presidente es una persona honesta, pero no deja de ser sorprendente que su nuera –con la que, por cierto, se ve que no tiene buena relación- esté involucrada en un asunto potencialmente similar al que vivió Enrique Peña Nieto, cuando se hizo público que la exprimera dama estaba por habitar una casa que había construido un contratista del gobierno federal, Juan A. Hinojosa.

Habrá que esperar a ver qué tanto crece en medios este tema y, sobre todo, si AMLO cuenta con el mismo apoyo de sus seguidores, pues al parecer nada le pega, algo que se ha llamado como “efecto teflón”. Lo que sí es un hecho es que las mediciones digitales muestran que, hasta ahora, este ha sido el segundo tema que mayores negativos le han generado al Presidente, solo detrás del video de su hermano, Jesús Martín, recibiendo aportaciones, que tuvo un alcance de 90 millones en redes sociales.

Sencillamente, hay mucha conversación digital, pero eso no se traducirá necesariamente en una baja en la aprobación presidencial, dada la polarización que vive el país y que la oposición ha sido incapaz de explotar los yerros de esta administración, a diferencia de lo sagaz que fue Morena en el sexenio pasado.