Los funcionarios del gobierno de Claudia Sheinbaum están seguros sobre un tema respecto a Estados Unidos: que las amenazas de aranceles de Donald Trump son ciertas y que, incluso a costa de las empresas y consumidores estadounidenses, el impulsivo presidente está dispuesto a aplicarlos para mostrar su poder.

Por eso el gobierno mexicano está haciendo todo lo posible –y lo inimaginable– para congraciarse con Trump. La semana pasada, la presidenta Sheinbaum envió a Washington DC a sus principales secretarios a negociar la no imposición de aranceles. Omar García Harfuch, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente y Rogelio Ramírez de la O se reunieron con sus contrapartes en la capital de Estados Unidos.

El resultado de dichas reuniones, si bien no se ha revelado por completo, fue positivo en términos generales y apunta a la aplicación de aranceles selectivos, es decir solamente a algunos productos y con una tasa mucho menor a la de 25% anunciada por Trump. En Palacio Nacional hay una buena expectativa para que este martes –el día límite que fijó Estados Unidos–, si acaso, se confirmen tarifas comerciales al acero, el aluminio, los semiconductores y a algunos otros componentes de vehículos que se fabrican en México y se envían al mercado estadounidense. La tasa que se espera es de 10%.

Lo que quisiera México es que las negociaciones, para las cuales se han enviado a miles de efectivos a las fronteras norte y sur del país a contener la migración; se han decomisado grandes cargamentos de fentanilo y armas; se han detenido a decenas de generadores de violencia; y se han extraditado a 29 narcotraficantes de alto perfil, es que no se aplicaran aranceles, pero reconocen que eso sería un fracaso para Trump, de manera que habrá algunos productos que sí serán gravados.

Este domingo, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, reiteró que los aranceles a Canadá y México entrarán en vigor el martes, tal como estaba previsto, y que será el presidente Trump quien determine a qué productos y en qué nivel.

No obstante, también reconoció que tanto México como Canadá han “hecho un trabajo razonable” para proteger sus fronteras con Estados Unidos. “El presidente está pensando en este momento cómo exactamente quiere actuar con México y Canadá. El martes habrá aranceles. Exactamente cuáles son, vamos a dejar que el presidente y su equipo negocien”, dijo en una entrevista de televisión.

En las mesas de negociación está también la aplicación de aranceles a China por parte de México y Canadá, en un porcentaje similar al impuesto por Estados Unidos. Igualmente, se mantiene la posibilidad de que ambos países renuncien al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), como se reveló en este espacio hace un par de semanas.

Este lunes, o el martes, se prevé que haya una nueva llamada entre los mandatarios de los tres países. En el caso de México, parte de los acuerdos que se hicieron la semana pasada en Washington DC es que la presidenta Sheinbaum y el presidente Trump tengan una nueva conversación en la que se anuncie una extensión de las negociaciones o bien la imposición de aranceles a algunos productos, con la promesa de revisarlos en algunas semanas o meses.

La ofrenda de enviar a 29 narcotraficantes, entre ellos Rafael Caro Quintero, el “capo de capos”, a Estados Unidos, es muy grande, de manera que el gobierno de Trump podrá presumir que su país ha triunfado sobre México y que se van frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas.

El triunfo para México será una nueva llamada, el aplazamiento y reducción de la aplicación de los aranceles, y otras buenas referencias de Trump a Claudia Sheinbaum.

Hasta el momento, ese es el plan antiaranceles de México. Las negociaciones, sin embargo, se mantienen y sigue siendo impredecible el final de éstas, sobre todo por lo errático –políticamente hablando– que se ha mostrado el presidente estadounidense.

Posdata 1

Es un hecho. A partir de este lunes entrará en vigor el acuerdo que el gobierno firmó con los gasolineros para establecer un precio máximo de 24 pesos por litro de gasolina regular, con una duración inicial de seis meses.

La secretaria de Energía, Luz Elena González, y la propia presidenta, han dicho que no se trata de un control de precios, sino de una estrategia conjunta entre el gobierno y empresarios del sector. Sin embargo, parece lo primero, porque si la administración actual quisiera que bajara el precio del combustible, podría hacerlo mediante el cobro del IEPS.

Posdata 2

Los anuncios de inversiones por parte de empresas de capital estadounidense, como The Home Depot, Netflix y Astrazeneca, por mencionar algunas, han sido importantes para mantener la confianza de empresas extranjeras en el país, sobre todo las de Estados Unidos.

No obstante, estas empresas no son las que van a ser afectadas con los aranceles que busca imponer Estados Unidos. Una verdadera muestra de confianza por parte de las compañías extranjeras sería que alguna de las tres grandes de Detroit –las automotrices Ford, GM y Stellantis– confirmen sus inversiones o anuncien nuevas en el país. Quizá eso se logre después de las negociaciones que tendrán algún resultado este martes. El problema es que luego viene la revisión –o renegociación– del TMEC, en 2026.

Posdata 3

La edición 32 del Abierto Mexicano de Tenis cerró después de una semana redonda que inició con una exitosa exhibición en una cancha flotante sobre la bahía de Santa Lucía.

El ganador fue el checo Tomas Machac, quien venció en dos sets al español Alejandro Davidovich. Con este evento deportivo internacional Acapulco cerró el mes de febrero con una ocupación hotelera del 81%, una muy buena noticia para el puerto que lleva desde la temporada vacacional de invierno con un alto número de visitantes.

Tanto los empresarios como el gobierno que encabeza Evelyn Salgado han unido esfuerzos para la recuperación del destino turístico.

@MarioMal

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