La entrega del bastón de mando de la 4T a Claudia Sheinbaum acelera los procesos judiciales de mayor trascendencia para la Fiscalía General de la República (FGR), un órgano descentralizado del gobierno que fue instruido, igual que el SAT, a buscar personas físicas y morales que deben impuestos.
El temor se enfoca hacia una posible reconfiguración de las fuerzas políticas que contribuyan a un regreso del régimen que prevaleció durante los primeros años de la actual administración, cuando la justicia se definía en el escritorio del entonces Consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
Desde las oficinas de Alejandro Gertz Manero se impulsa la liberación de Juan Collado, quien esta semana obtuvo el cambio de medida cautelar por el delito de defraudación fiscal. Al abogado favorito del peñanietismo se le canceló la prisión preventiva y le colocaron un brazalete. Pronto podría ser llamado a una audiencia adicional para recibir un beneficio por los casos de delincuencia organizada y lavado de dinero.
Los hechos son una muy mala noticia para Scherer Ibarra y los abogados que lo han acompañado en este sexenio; los mismos que fueron denunciados por presuntamente extorsionar a Collado. Desde prisión, el llamado “abogado de los poderosos” puso ya a estos personajes en la antesala de los procesos penales, por lo que no se descarta que inicie un segundo intento en cuanto recupere su libertad.
La venganza quizá no sea una prioridad para una persona con un estado de salud tan precario como el que guarda en este momento Collado: se ha pasado los últimos tres meses hospitalizado, entre el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” y el Hospital Ángeles del Pedregal, para ser sometido a unos cuatro procedimientos médicos por obstrucciones cardiovasculares y por lesiones severas en las cervicales.
Su amigo Jesús Murillo Karam, entró en una condición de emergencia luego de sufrir un problema de presión cardiaca, por lo que fue Juan Collado quien le suministró algunos de sus medicamentos para enfrentar la crisis.
No obstante, el poder político y económico que guarda el abogado se encuentra todavía intacto. Lo demostraron las filas de personajes políticos que han ido a visitarlo durante estos días de convalecencia, entre los que se encuentran excolaboradores de Enrique Peña Nieto que ya entraron en negociaciones para apoyar a Morena y a la Cuarta Transformación.
Es ese poder de Collado, aún no del todo calculado, al que tanto temen es a Julio Scherer y a sus abogados, por lo que siguen moviendo sus piezas en el Poder Judicial para evitar a toda costa una liberación, por supuesto con mucho menor influencia a la que el grupo tenía cuando su líder despachaba desde Palacio Nacional y le hablaba todos los días al oído al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Del otro lado, aseguran diversas fuentes que al interior de la FGR existe también un temor de que Julio Scherer recupere su poder con la unción de Claudia Sheinbaum coma candidata presidencial de Morena para 2024 y, más adelante, como posible presidenta de la República.
Si bien el exconsejero jurídico no forma parte de su primer cuadro de decisiones, él mismo ha sido fundamental para llenar de recursos la campaña de la exjefa de Gobierno.
Por tanto, Scherer Ibarra se ha inmiscuido en el juego de las corcholatas para recuperar el control del aparato de justicia y para blindarse ante una nueva andanada judicial. Mientras que Gertz y sus colaboradores en la Fiscalía apuran la culminación de procesos en los que éste pudiera tener interés, además de que prepara nuevos procesos contra el abogado.
Los resultados del proceso interno de Morena auguran un posible retorno de ese criticado, señalado y denunciado régimen judicial. Está en manos de Sheinbaum evitar los errores que se cometieron en el pasado.
Posdata
El tango de Marcelo y Claudia 2024
El “tango” de Marcelo Ebrard estaba cantado: una contienda interna que no cumplió con los estándares democráticos y terminó siendo definida por la unción y el “dedazo” del que todo lo decide en Morena: Andrés Manuel López Obrador.
Claudia Sheinbaum, la hija política de López Obrador, aglutinó a los morenistas y la única queja es que no haya desplegado toda su publicidad y estructura en torno a los morenistas de todos los estados.
Marcelo Ebrard no se apareció en la foto de Morena. No quiso y no era perfil para su probable ruptura con Morena. No hay vuelta atrás: o se arregla con Morena y el presidente López Obrador, o terminará siendo el candidato de Movimiento Ciudadano o del Frente Amplio por México.
Xóchitl Gálvez ya le echó la red de protección a Ebrard: ¿va a mantenerse autónomo o buscará acercarse a Movimiento Ciudadano o al Frente Amplio por México? La hidalguense lo espera con los brazos abiertos.
@MarioMal