La sombra de los hermanos López Beltrán no sólo ha desgastado el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre que el nepotismo, la corrupción y el ‘influyentismo’ ya se acabaron, sino que comienza a afectar también la viabilidad de los proyectos prioritarios del sexenio, como el caso del Tren Maya.
Hace un par de semanas publicamos en este espacio una lista de amigos y excompañeros de Gonzalo López Beltrán, quienes compartieron aulas en la preparatoria de la Escuela Logos –propiedad de Sergio de Botton Emmert, padre del subsecretario de Egresos de Hacienda, Juan Pablo de Botton– y que ahora ocupan puestos de importancia en el gobierno federal, a pesar de que la mayoría tiene estudios truncos.
La lista incluía a la pasante de arquitectura por la UNAM, María Guadalupe Morales Garza, quien se presenta profesionalmente como subgerente de Diseño del Tren Maya, a pesar de que en su trayectoria sólo ha desempeñado cargos de arquitecto junior en agencias de diseño, y de que entre sus proyectos destacados se encuentran únicamente la creación de estantes para las tiendas Dunkin Donuts.
Morales Garza fue reclutada desde junio de 2019, a petición de su amigo Gonzalo. Se incorporó al gobierno en una posición de arquitecta en la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, a cargo de Román Meyer, para después enrolarse en las filas del Fondo Nacional de Fomento al Turismo como analista especializada.
Entre sus primeras tareas, según documentos internos del Fonatur, destacan sus viajes a la zona de Campeche, a principios de 2021, como comisionada de la división de infraestructura del Fondo, para participar en las estrategias de comunicación y relocalización de viviendas y comercios en comunidades que se verían impactadas por la construcción de los tramos 1 y 2 del Tren Maya.
En esas visitas también participó en reuniones con el equipo de ONU Hábitat, supervisó avances de los trazos para encontrar áreas de oportunidad y apoyar desde oficinas centrales en temas técnicos, administrativos y jurídicos para liberar el derecho de vía, y entró en contacto con los pobladores de las regiones para colaborar en las estrategias de aceptación del proyecto, justo en las rutas que se observaban más complicadas para el circuito ferroviario.
Como reporte de los resultados obtenidos por su trabajo, Morales Garza dijo que logró avances en el seguimiento a la compra de terrenos por donde pasaría la obra, así como en la estrategia de comunicación sobre el Tren Maya en Campeche y en la revisión de las propuestas de lotificación en aquellas zonas. Por ello se le asignó la responsabilidad de que las comunidades aceptaran una de las obras cumbre del sexenio.
Más allá del Informe que la funcionaria presentó a sus superiores, los resultados reales son otros: la construcción de los tramos 1 y 2 del Tren Maya está suspendida por una resolución de amparo que ratificó el Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo y Administrativa del Decimocuarto Circuito para retirar la Manifestación de Impacto Ambiental al Fonatur, a petición de las comunidades que se verán impactadas por el proyecto.
El Tren Maya es el proyecto más complejo y sin valor de los cuatro que ordenó AMLO. Se estimó en 120 mil millones de pesos y ya va en 230 mil millones. Imposible que se construyan los cinco tramos y que al Presidente no lo persigan las consignas de ‘ecocida’ y expropiador de tierras.
Posdata
A la Secretaría de Hacienda llegó la solicitud de aumentar el presupuesto para la Refinería de Dos Bocas que, como el Aeropuerto Felipe Ángeles, va desfasada y a marchas forzadas para inaugurarse en julio de este año. Se dice que su costo en realidad será del doble de lo presupuestado originalmente: 14 mil millones de dólares, en lugar de 7 mil millones. Es un escándalo.
Reunión con candidatos de Morena
Mucho revuelo provocó en los círculos políticos el trascendido de la reunión que el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, habrían sostenido con los seis candidatos de Morena a las gubernaturas que se disputarán en junio próximo.
En uno de esos estados, Oaxaca, corren versiones sobre si el candidato regañado por el secretario de Gobernación, por tener un controvertido operador político y financiero, fue Salomón Jara.
Las suspicacias se dan por los señalamientos que pesan sobre un hombre cercano al candidato de Morena: Antonino “Nino” Morales, expresidente municipal de San Blas Atempa, en el Istmo de Tehuantepec.
En junio de 2020, cuando “Nino” Morales era edil, la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto le congeló las cuentas como parte de la investigación ‘Agave Azul’ que realizaron autoridades federales en contra del CJNG. Tiempo después, alguien intervino y la UIF descongeló las cuentas, pero quedó la duda sobre los amigos del candidato.
A estos problemas se agrega la impugnación de la candidatura de Jara Cruz, que todavía mantiene su compañera senadora Susana Harp ante las autoridades electorales.
mario.maldonado.padilla@gmail.com