Razones para marchar juntas este 8 de marzo sobran. Hemos avanzado en términos de paridad de género, pero no lo suficiente ni al ritmo que quisiéramos. Los claroscuros siguen ahí. Hoy hay más universitarias, más empresarias, más legisladoras, mas gobernadoras, pero hay también más mujeres víctimas de violencia.
Lamentablemente en México el panorama es desolador; los feminicidios no han podido frenarse y la impunidad sigue siendo la regla. A la hostilidad de siempre ahora se suman cada vez más mujeres desplazadas por la inseguridad, cada vez más víctimas de trata, cada vez más madres buscadoras que no encuentran ni a sus hijos ni a la autoridad que les haga justicia.
Por ellas la convocatoria para caminar juntas este miércoles. Muchas ciudades del país han elegido ya el lugar de encuentro para unir nuestra fuerza y nuestras voces en favor de todas.
En la Ciudad de México existen colectivos que empezarán a reunirse cerca de las tres de la tarde en el Monumento a la Revolución o en distintos puntos de Paseo de la Reforma, para luego marchar hacia las cuatro de la tarde hasta el Zócalo.
Hay desde organismos globales como Amnistía Internacional, hasta agrupaciones locales como GIRE, EquisJusticia, Seamos Sororas, Intersecta, Morras Help Morras, Indecibles, Marea Verde México, Nosotras para Ellas, Opinión 51 y muchos colectivos más. Me detengo en la lista porque deja ver la diversidad de quienes ese día nos manifestaremos unidas. Es importante, porque retrata las diferentes realidades que vivimos, pero también el objetivo común de estar tranquilas en un entorno de seguridad, paridad y respeto.
Las mujeres no queremos mas oportunidades por el hecho de haber nacido mujeres, pero tampoco menos. En promedio, una trabajadora en México gana 87 pesos por cada 100 que gana un hombre. Pero no solo es menor el ingreso, también es mayor la carga laboral debido a que tareas como la limpieza de la casa, la crianza de los hijos y la preparación de los alimentos sigue estando en manos mayoritariamente de mujeres. Según la más reciente Encuesta sobre Uso del Tiempo del Imco, los hombres aportan solamente el 28% del tiempo que necesita el trabajo del hogar. Las mujeres asumen el resto tengan o no un empleo remunerado.
Convertirnos en una sociedad más armónica para todas y todos pasa por la generación de políticas públicas que protejan a las mujeres, que les permitan dejar a sus hijos en espacios seguros mientras trabajan, que les den acceso a seguridad social y que les garanticen justicia.
Son asuntos que no debieran contaminarse con la polarización que lo carcome todo. La atención de esta agenda es urgente. No podemos esperar a que termine un proceso electoral cuando todos los días son asesinadas más de diez mujeres. Tiene que ser prioridad y debe estar por encima de intereses políticos e ideológicos. Posponerlo es criminal.