Qué burdos y limitados se exhiben algunos políticos y analistas al sugerir que las agresivas políticas contra México puestas en marcha por Donald Trump al iniciar su segundo mandato son resultado de la incompetencia de los gobiernos de López Obrador y Claudia Sheinbaum y su presunta complicidad con el narcotráfico.

Sugieren, perturbadora y peligrosamente, que Trump llegó a la Casa Blanca para remediar tales omisiones y culpas, cuando la razón de fondo de esas políticas -sin caer en la negación de las tensiones de seguridad fronteriza, narcotráfico, migración y comercio que hay entre ambos países- es el proyecto político-ideológico con que Estados Unidos pretende recuperar su extraviada hegemonía global.

Así, Trump no oculta las amenazas militaristas, intervencionistas y anexionistas disparadas contra México, Canadá, Panamá o Groenlandia -según lo dicho por él mismo- y sustentadas en teorías neofascistas como la de la supremacía racial, lideradas, como en su momento ocurrió en la Alemania nazi, por una personalidad inocultablemente megalómana que el cuadragésimo séptimo presidente de Estados Unidos evidenció en su discurso inaugural al decir que Dios lo salvó para volver a hacer a América grande, reconocimiento implícito de que ya no lo es.

No olvidar nunca que Trump se cree un elegido de Dios y entender el fondo de su proyecto de recuperación de la hegemonía mundial al que se alinean potencias como Alemania y Francia donde el votante se ha corrido dramáticamente hacia la ultraderecha, son dos elementos que no deberán perderse de vista en la inevitable y crucial negociación que el gobierno de Sheinbaum deberá afrontar y que formalmente inició el martes pasado -un día después de la investidura- con la llamada telefónica que el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio le hizo al secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente.

Trump ya cerró la frontera al cancelar cualquier ingreso de ilegales y desplegó más tropas a lo largo de ella. Las deportaciones diarias de indocumentados mexicanos, del martes al jueves pasados, han estado por debajo de las registradas en días previos al inicio del nuevo gobierno estadounidense. Por supuesto que van a aumentar, pero ¿llegarán a ser masivas? Sí al apelar, como se espera, de una “invasión o incursión depredadora”.

En el caso de la ya anunciada designación de los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas internacionales para enfrentarlos integralmente, se ha interpretado como la justificación requerida por Estados Unidos para incursionar militarmente en México. Ninguna de las tres leyes en que se sustenta esa medida les autoriza extraterritorialidad, aunque no hay que descartar maniobras como la que derivó en la captura y traslado al vecino del norte del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada.

Trump, hasta el momento, no ha firmado ninguna orden ejecutiva para la imposición de aranceles de 25% a México y Canadá. Amenazó hacerlo realidad en febrero, pero está obligado a hacer consultas sobre su impacto, lo que abre el margen hasta abril.

La presidenta Sheinbaum, por su parte, parece haber afianzado un picaporte con Trump a través de las gestiones informales del copresidente de Univisión-Televisa, Bernardo Gómez, uno de los no más de tres mexicanos que fueron a la investidura del presidente estadounidense como sus invitados especiales.

Instantáneas:

1. ULTRADERECHA, LA OLA QUE VIENE. La nueva ola Trump, o sea la del triunfo de la ultraderecha, parece que alcanzará también a Alemania en sus elecciones del próximo 23 de febrero. La socialdemocracia, esa versión moderna y moderada de socialismo cuya locomotora ideológica fuera su canciller Willy Brandt, atestigua cómo se viene abajo su esfuerzo de construir en Europa un Estado de bienestar. Los votantes alemanes están cansados de la recesión económica y ven en el nuevo modelo de capitalismo estadounidense el modelo a seguir. Las encuestas dan, por primera vez en la historia tras la posguerra, una gran ventaja no a la derecha tradicional de la democracia cristiana de Helmut Kohl o Angela Merkel, sino a una nueva ultraderecha cercana, por sus principios, a las ideas económicas y políticas que dieron origen al nazismo. De manera que, en las próximas elecciones germanas, los socialdemócratas podrían caer hasta el tercer sitio y dejar enterrada de manera formal la llamada “tercera vía”. Esto es lo que se dice en las mesas y reuniones de expertos que se realizan en Múnich y donde está presente el exvocero presidencial Carlos Salomón, a quien se le ha visto por aquellas tierras. En su participación recordó que “cuando las fórmulas se agotan, la gente se cansa”.

2. PACIENCIA AGOTADA. Donde también ya se agotó la paciencia de la gente es en Sinaloa. Cientos de culiacanense marcharon para exigir la renuncia del gobernador morenista Rubén Rocha y exigir justicia por la muerte de dos hermanos de 9 y 12 años baleados junto con su padre la madrugada del domingo pasado. La manifestación llegó hasta el Palacio de Gobierno donde irrumpieron violentamente para exigir hablar con el mandatario estatal cuya gestión se ha visto envuelta en presuntas complicidades con los cárteles de la droga y la muerte violenta de uno de sus principales adversarios políticos, el exrector de la Universidad de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, el mismo día y en el mismo lugar en que fue levantado Ismael “El Mayo” Zambada para ser entregado en Estados Unidos. Sí, la gente se cansa. Hoy es Sinaloa y mañana…

3. INAI: INTERESES PERVERSOS. Que no se aceleren los interesados en ver al INAI saltar en pedazos. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) dará a conocer hasta últimos días de febrero próximo los resultados finales de la auditoría 2023 practicada al Instituto. Hay intereses que quieren enlodar al presidente Adrián Alcalá, pero la realidad es que su gestión de trece meses al frente del INAI no es investigada por nadie. Los promotores de esa versión se van a quedar con las ganas de verlo señalado en los resultados de la ASF. Solo es ruido.

4. FRENTE CÍVICO. Guadalupe Acosta Naranjo, expresidente de la Cámara de Diputados y expresidente del PRD entregó al INE el martes pasado la solicitud para constituir como partido político nacional a la organización “Somos México”, emanada de lo que fue la llamada “marea rosa” y del Frente Cívico Nacional. Para conseguir un registro provisional que se ratificará si obtiene tres por ciento del total de votos que se emitan en la próxima elección federal, deberá afiliar -al igual que los otros solicitantes- a 256 mil 30 personas, el equivalente a 0.26% del padrón electoral federal de la elección anterior. Además, deberá realizar y acreditar veinte asambleas estatales con al menos tres mil asistentes en cada una o doscientas asambleas distritales con una asistencia mínima de 300 personas. El periodo de afiliaciones y asambleas vence en febrero de 2026, pero Acosta Naranjo estimó que tendrán cumplidos los requisitos en diciembre de este mismo año. El Frente Cívico Nacional se presentó como una de las organizaciones ciudadanas que se aliaron con PAN, PRI y PRD en la coalición Fuerza y Corazón por México para postular a Xóchitl Gálvez en la elección presidencial del año pasado. Entre sus cuadros hay expanistas como Gustavo Madero, experredistas como el propio Acosta Naranjo y Fernando Belaunzarán e independientes como Emilio Álvarez Icaza.

5. “REGRESO A CASA”. Además del programa “México te abraza” que ha puesto en marcha el gobierno federal ante la deportación masiva de migrantes que se anuncia en Estados Unidos, el gobierno de Guerrero, uno de los estados del país con más expulsión de trabajadores indocumentados, inició su propio programa de apoyo a paisanos. Se trata de “Regreso a casa” diseñado para ofrecer asistencia a deportados que carecen de recursos para regresar a sus lugares de origen.

@RaulRodriguezC

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