Este año será complicado en materia de ciberseguridad por el tema electoral: noticias falsas, guerra sucia, campañas de desprestigio y los bots en redes sociales, proliferan durante las campañas. Factores donde la violencia política será protagonista en el mundo digital, un terreno donde especialistas consideran es zona de nadie en el que no existe aún regulación en materia electoral.

En este 2018, México tendrá una de las elecciones más importantes de su historia moderna, no sólo por los momentos sociales que viven sus habitantes, sino los grandes cambios que han surgido en materia de comunicación y redes sociales.

Hoy los candidatos y candidatas a puestos de elección tienen la oportunidad de difundir sus propuestas políticas por medio del internet. Un terreno que aún sigue siendo gris en términos de legislación, tanto electoral como penal, lo que ha dado como respuesta la posibilidad no sólo una propaganda política fuera de los controles de los órganos electorales y los medios de comunicación tradicionales, sino que también ha llegado a extremos de amenazas políticas a candidatos, incluso la guerra sucia entre campañas de los mismos; incrementando la polarización de los electores e influyendo negativamente en el voto de los indecisos.

Luego de que el 16 de abril de 2018, el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) activara el Protocolo para Atender la Violencia Política hacia las Mujeres, el presidente de la Comisión de Igualdad de Género y Violencia Política del CEEPAC, Martín Faz Mora, explicó que el pasado 06 de abril, la comisión que preside resolvió activar dicho porotocolo ante la interposición de una queja, en la que reconoció que existe violencia hacia las candidatas por medio de redes sociales.

Añadió que los perfiles digitales se están usando en algunos casos para descalificar a mujeres que participan en la política, no por el sentido de sus propuestas sino por estereotipos de género.

El consejero electoral, consideró que es lamentable que no sólo se presenten casos como éste, sino que también que se den ataques de desprestigio entre candidatos, guerra sucia y discursos de odio entre los mismos. Manifestó que si bien algunos de ellos no podrían considerarse como delitos electorales, si podrían constituir delitos en materia penal como discriminación.

Recordó que existe regulación en materia penal sobre amenazas o agresiones, sin embargo, aseveró que no existe una regulación electoral en el tema de la propaganda electoral en las redes. “En las redes ocurren delitos y violaciones a los derechos humanos, y hay instancias que pueden legislar en ello”, dijo.

Para el investigador Juan Mario Solís, de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), considera que las redes sociales son una especie del viejo oeste, un campo sin dueño. “El problema de quienes están jugando desde la democracia es que están queriendo regular todo, sin conocer a detalle cada uno de los factores”, expresó.

No obstante, el académico aseveró que a diferencia de los efectos que han provocado las redes sociales en otras elecciones alrededor del mundo, las elecciones en San Luis Potosí se verán influenciadas por el efecto mediático que provoquen los candidatos en los medios tradicionales como la televisión y los periódicos, argumentó que el sector poblacional que define su voto por medio del impacto digital es menor comparado con el tradicional, en el sentido de que los riesgos se marcan con la proliferación de noticias falsas o de sitios web que carecen de profesionalismo en la información.

“El riesgo estará ahí, pero el sector que consume ese tipo de noticias falsas es mucho menor, en comparación de la sociedad informada que conoce el contexto de cómo se desarrolla la política en general”, declaró.

vkc

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