Es fundamental que elementos policíacos dejen de tener una formación solamente preventiva para contener un acto criminal y la sumisión de la fuerza como elemento para la detención de los menores que hayan cometido algún tipo de delito, consideró el coordinador de la carrera de criminología de la UASLP Luis Alberto Osornio Saldívar, luego de los resultados que la Encuesta Nacional de Antecedentes del Sistema Penal aplicada por el INEGI arrojó en México, donde destaca que al menos la mitad de los adolescentes sufrieron algún tipo de agresión física por elementos policíacos al momento de ser detenidos.
El ejercicio estadístico revela además el uso de golpes o patadas, aplastamientos, descargas eléctricas, impedimento para respirar, agresión psicológica, incomunicación, amenazas, despojo de ropa y hasta obligación para mantener relaciones sexuales, entre otros, por lo que el especialista consideró que es muy importante que desde la academia, los elementos no se sujeten solamente a los exámenes de control y confianza, sino que tengan un irrestricto apego de los derechos humanos que debe tener un menor y un adolescente para poder confrontarlo.
No obstante destacó que hay jóvenes que desde los 16 ya tienen actividad delincuencial y es necesario preparar bien a los policías parta contener la fuerza que pueda tener alguno de ellos y mantener al mismo tiempo el conocimiento pleno del derecho humano de los menores.
“El elemento tiene que diagnosticar la parte psicosocial, va a contener, pero tendrá el primer contacto con el individuo; si reclutamos a elementos con una estabilidad emocional y capacidad de diagnosticar la situación tendrán la capacidad de disuasión, de la conducta criminal y hacer distenciones y tensiones para poder acercarse a la persona o al individuo que comete el acto criminal, en el caso de los menores debe tener capacidad o adiestramiento para contener a uno emocional, los niños o jóvenes no tienen madurez emocional para contener el entorno así lo observamos”, destacó.
Además advirtió que en la actualidad el comportamiento criminal empieza desde los 12 años a los 18 años, por lo que los policías estarán cada vez más en contacto con este rango de edad y por lo tanto deben tomarlo con mayor importancia.
Datos duros
De acuerdo al INEGI, la encuesta revela que uno de cada dos adolescentes en el Sistema de Justicia Penal (50.2 por ciento) sufrió algún tipo de violencia física al momento de su detención en 2017. De ellos, 87.5 por ciento fue pateado o golpeado con las manos; 44.8 por ciento golpeado con objetos; 41.9 por ciento aplastado; a 34.6 por ciento le impidieron respirar, y a 32.9 por ciento le dieron descargas eléctricas.
Durante su arresto, 68.8 por ciento sufrió algún tipo de agresión sicológica. De ellos, 70.8 por ciento fue insultado; 57.5 por ciento incomunicado o aislado por parte de la autoridad que realizó su detención, y a 50.7 por ciento lo pasearon en automóvil dando vueltas con el fin de amedrentarlo. Además, a 49.3 por ciento lo amenazaron y a 33.4 por ciento lo desvistieron.
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apl