Seguridad

Basureros, usados como fosas clandestinas

Agentes acudieron al lugar horas después de haber recibido el reporte. El sol comenzaba a calentar y el olor era inconfundible, sobre los plásticos y bolsas de basura, sobresalía un bulto, “es un cuerpo” decían los curiosos.

Foto: Archivo. El Universal San Luis Potosí.
27/04/2018 |11:42
EL UNIVERSAL San Luis Potosí
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“Aquí estamos hoy y para como están las cosas al rato también nos van a encontrar entre la basura, por qué no se van, por qué no nos dejan en paz, van a cerrar el lugar y nos vamos a quedar sin chamba” reclamaba la Güera, quien trabaja en el tiradero particular conocido como “El Origen”, ubicado en Soledad de Graciano Sánchez, donde fueron encontrados dos cadáveres.

En el ejido “El Zapote”, a metros de las casas blancas y paredes nuevas de los fraccionamientos que crecen de manera veloz en el municipio soledense,  hay un basurero donde 25 camionetas de servicio privado depositan los desechos recolectados durante el día. Mujeres y jóvenes acuden al lugar para “pepenar” aluminio y plásticos. Uno de estos muchachos fue quien avisó al encargado del vertedero, “hasta atrás, llegando a la orilla hay un bulto raro y huele muy mal, a lo mejor es un cuerpo”, comentaban entre ellos.

La tarde del miércoles 25 de abril, el encargado del tiradero acudió a revisar y antes de mover el bulto, envuelto en una alfombra verde, decidió reportarlo a la Dirección Ecología. Al día siguiente, jueves 26 de abril, tomó su bicicleta y se trasladó a la cabecera municipal, hizo su reporte y regresó a laborar.

Basureros, usados como fosas clandestinas

Agentes de la Policía Municipal acudieron al sitio horas después de haber recibido el reporte. Iban a dar las 11:00 de la mañana cuando el sol comenzaba a calentar y el olor era inconfundible, sobre los plásticos y bolsas de los restos de lo que posiblemente fue una fiesta, sobresalía un envoltorio.

“Es un cuerpo” decían los curiosos que se acercaron a ver la movilización. Media hora después, luego de tomar las primeras fotografías, pidieron el apoyo a los bomberos. Tenían que descender 10 metros para poder verificar. La zona no era segura, toneladas de inmundicia flotan sobre el agua del Río Santiago, líquido que se ha filtrado desde que comenzaron los trabajos de construcción de la planta tratadora en La Virgen.

La Policía Ministerial se entrevistó con los vecinos del ejido, “¿no escucharon por la noche algún motor de un automóvil?, ¿alguna persona desconocida?, ¿alguien que viniera con basura en una carretilla?”, como sucede en estos casos nadie vio o escuchó algo. Una mujer respondió “aquí estamos en despoblado, sin luz, ni vigilancia, en la noche los perros aúllan, estamos en pleno monte, uno no va a salir a ver quien anda ahí”.

Cerca de las 13:00 horas Bomberos de la Estación Norte se presentaron en el sitio que era vigilado por decenas de perros mestizos que esperaban bajo los árboles. Ahí se entrevistaron con la perito de la Procuraduría, una mujer robusta y de voz firme. Les solicitó bajar para corroborar, ellos llamaron a la Estación Central para comunicarle la situación al comandante Adolfo Benavente, él autorizó que apoyaran en las labores de rescate.

Ambos bomberos se equiparon, con mascarilla y tanque se oxigeno se adentraron al basurero, por la orilla y con la precaución de no ser tragados por los desechos. Llegaron a al fondo, donde se ubicaba ese enorme bulto,  y debajo de sus máscaras gritaron “son dos cuerpos, aquí se ve una cara, parece una mujer”. Ambos bomberos regresaron a la superficie, estaban bañados en sudor y apenas alcanzaban a respirar con normalidad, pidieron refuerzos para lograr sacar los cuerpos.

Basureros, usados como fosas clandestinas

En la Bodega Aurrera de la colonia La Virgen esperaban dos unidades de bomberos más y un equipo de rescatistas voluntarios. La comandante Margarita Benavente armó el plan para descender por los cadáveres. Sobre el borde de lo que en el pasado fue un banco de área, armaron un sistema de cuerdas. Por su parte otros elementos se adentraron al mar de desperdicios con una canastilla.

El primer cuerpo sólo estaba cubierto por plásticos negros, lo subieron a la camilla, en su cara se podía ver el miedo que sintió durante los últimos instantes con vida. Vestía pantalón caqui y una playera negra. Entre bomberos y policías ministeriales jalaron la cuerda para ascender la canastilla. Ahí lo recibieron.

Basureros, usados como fosas clandestinas

El bulto verde fue un poco más difícil de sacar, la cobija con que había sido envuelto absorbió la humedad que se trasminó por la tierra, además se trataba de un cuerpo gordo, que había sido maniatado. Al abrir las cuerdas que sostenían la cobija se reveló algo macabro, un cuerpo sin cabeza, hinchado, junto a este un chaleco en color rojo con negro.

Basureros, usados como fosas clandestinas

La voz firme de la perito se escuchaba ante el asombro silencioso y los murmullos de los curiosos, se describieron las lesiones y la ropa que portaba, playera roja y pantalón azul de la marca “Cuidado con el perro”. El rescate de los cuerpos concluyó a las 15:04 horas de la tarde del jueves 26 de abril. El olor se volvió más penetrante, entre la tierra suelta, los mezquites las moscas se aproximaban a los cuerpos. Nadie sabía cómo, cuándo y en qué momento fueron abandonados en “El Origen”.

Por órdenes de la perito, una vez más los bomberos bajaron al sitio para tratar de localizar la cabeza, sin embargo no fue encontrada. Todos se retiraron del lugar. La Procuraduría General de Justicia del Estado informó por medio de un boletín de prensa sobre el hallazgo de dos cuerpos, ambos hombres, ambos en estado de descomposición, habían pasado varios días desde que fueron depositados en "El Origen". En comunicado se reiteró que ya se iniciaron las investigaciones para esclarecer los fallecimientos y que se desconocía la identidad de las víctimas.

Basureros, usados como fosas clandestinas

Los asesinatos de estos dos hombres se suman a la larga lista de cadáveres sin identificar de la Procuraduría, al conteo sangriento de los medios locales y a la idea de que Soledad de Graciano Sánchez es el patio trasero de la delincuencia organizada, donde cuerpos y cabezas aparecen en baldíos, en la rivera de Río Santiago y esta vez en un basurero que fue convertido en una fosa clandestina.