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Luis Ignacio Escobar Torres tenía como responsabilidad operar narcotiendas para Los Zetas en diferentes municipios de San Luis Potosí; en 2012 dejó la actividad criminal al caer en manos de las autoridades.
El día de su detención, al jefe del cártel de 'La última letra', se le decomisó un arma de fuego, así como 100 bolsas con clorhidrato de cocaína y 136 cartuchos.
Por ser una prioridad de las autoridades, el narco fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social No. 1 Almoloya, el Altiplano, en el Estado de México.
En esa prisión ya cumple una sentencia de 22 años y acusó que ahí fue torturado por la administración.
¿Qué labor realizó el narco potosino de Los Zetas?
Escobar Torres era responsable de distribuir y vender los narcóticos en los establecimientos donde sus sicarios lo hacían a nivel local; su área de operación abarcó los municipios de Villa de Reyes, Tierra Nueva, Santa María, La Pila y Zaragoza.
Este grupo criminal identificado en la región potosina como la Letra y/o la Compañía, parece era parte de las células controladas por Jaime González Durán, 'El Hummer'.
En la actualidad la operación del tráfico de drogas y otras actividades ilegales están en manos de los remanentes de 'Los Zetas', según un informe federal.
Aunque también se disputan el control grupos identificados como los Talibanes, Cártel del Noreste, Zetas Vieja Escuela.
En el último año ya se habla de incursiones del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel San Luis Potosí Nueva Generación.
¿Por qué denunció maltrato y torturas?
El nombre del jefe potosino de Los Zetas se incluyó en una lista de doce internos del Altiplano que denunciaron tortura psicológica, incomunicación, segregación y discriminación.
Los supuestos afectados, entre los que estaban Servando Gómez Martínez, La Tuta y Héctor Ramón Takashima Valenzuela, El Cachimba; piloto que trasladó a 'El Chapo' de Toluca a Sinaloa en su segunda fuga; presentaron un amparo contra las autoridades del centro penitenciario.
En sus demandas exigieron una suspensión por la falta de insumos de uso personal y solicitaron la autorización de ingreso por parte de los defensores particulares y/o familia; demandaron se les otorgara ropa adecuada, por considerar que la que poseen se encuentra en su mayoría en estado deplorable y en muy malas condiciones.
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Aún no hay respuesta de esta solicitud.
Lo único nuevo en el caso de Escobar Torres fue que tras diez años de estar recluido por fin se le dictó sentencia en abril pasado.
Al narco se le sentenció a 22 años en prisión por delitos como: delincuencia organizada (hipótesis de contra la salud y secuestro); contra la salud en su modalidad de narcomenudeo hipótesis de posesión de clorhidrato de cocaína con fines de comercio (venta); portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
