Una de las tres detenciones de José Alfredo Cárdenas, conocido como 'El Contador', 'El Señor Cortés' o 'Escorpión', presunto jefe regional del Cártel del Golfo (CDG) y sobrino de Osiel Cárdenas Guillén, ocurrió hace tres años en San Luis Potosí.
El familiar del máximo jefe del CDG se escondía en la entidad, la Ciudad de México o Tamaulipas, para coordinar las operaciones de varios jefes de plaza en la región.
Fue en San Luis Potosí su segunda captura, el 2 de marzo del 2019 cayó por elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM) de la Fiscalía General de la República (FGR), quienes cumplimentaron una orden de aprehensión emitida por el Juez de Control del Primer Distrito de la Primera Región Judicial del estado de Tamaulipas por su probable responsabilidad en el delito de privación ilegal de la libertad y “asalto”.
Tras su detención, los elementos de la PFM trasladaron a José Alfredo al Centro de Ejecución de Sanciones de Ciudad Victoria, Tamaulipas para ponerlo a disposición del juez.
Sin embargo, no se le vinculó a proceso y quedó libre.
Cárdenas era uno de los ocho objetivos prioritarios de Tamaulipas, tanto así, que se ofreció hasta dos millones de pesos como recompensa para la personas que diera información que ayudara a su captura.
‘El Contador’ era señalado de ser jefe de la célula ‘Los Ciclones’ del CDG, responsable de la violencia por homicidios y secuestros en entidades como Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas.
Su llegada al poder del cártel de su tío Osiel Cárdenas Guillen fue tras la detención y posterior condena de Jorge Eduardo Costilla-Sánchez alias "El Cos".
Desde el 2015, José Alfredo se afianzó en el liderazgo regional al pactar con el ex antiguo brazo armado del CDG, ‘Los Zetas’, quienes operaban aún en la región de la Huasteca.
La primera detención del narco sucedió en 2018, pero también fue liberado.
Tres años después de su captura en San Luis Potosí, el sobrino de Osiel Cárdenas Guillén volvió a ser detenido en la Ciudad de México.
Esta vez no pasó muchos días en manos de la justicia de México, se extraditó a los Estados Unidos para enfrentar cargos de “una conspiración internacional para poseer con intención de distribuir metanfetamina, cocaína y fentanilo”.
Así como la fiscalía señaló que un gran jurado de Brownsville, Texas, presentó una acusación por nueve cargos en su contra el 10 de noviembre de 2001.
La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), consideró la detención de Cárdenas Martínez como un duro golpe para la Organización del Cártel del Golfo.
En caso de que sea declarado culpable, Cárdenas-Martínez se enfrenta a una pena de hasta cadena perpetua y a una posible multa de 10 millones de dólares.