Cada vez más mujeres se suman al mundo de las plataformas de transporte como conductoras, buscando una fuente de ingresos flexible, y ante los riesgos de ser víctimas de un ataque que las ponga en peligro, cada vez que salen crean estrategias para auto cuidarse.
Tras el reciente asesinato de Dariana Posadas, joven de 22 años que se dedicaba a brindar servicio de transporte mediante plataformas, los focos y alertas para las mujeres conductoras se han encendido.
Ellas saben que no están exentas de peligros. Tres mujeres conductoras de plataformas, compartieron con EL UNIVERSAL San Luis Potosí sus testimonios sobre los riesgos que enfrentan en su día a día y cómo han aprendido a autocuidarse para continuar trabajando con seguridad.
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Patricia lleva más de tres años trabajando como conductora en una plataforma digital, comenzó a manejar para complementar sus ingresos, pero pronto se dio cuenta de que la seguridad era un desafío constante, “desde el primer día me di cuenta de que, siendo mujer la percepción de peligro es diferente ya que en algunos trayectos nocturnos, he sentido incomodidad por el comportamiento de ciertos pasajeros”, comentó.
Uno de los mayores riesgos que ha enfrentado ocurrió cuando un pasajero empezó a hacerle preguntas personales, lo que la hizo sentirse insegura, “me preguntaba si estaba casada, si vivía sola, si tenía hijos, la verdad fue muy incómodo”, relató Patricia.
Para protegerse, ha desarrollado varias estrategias. “Siempre tengo un plan de escape, si me siento amenazada, intento mantener la calma y buscar un lugar público para detenerme, o incluso llamó a alguien de confianza durante el viaje”, explicó.
Además, Patricia tiene una aplicación de emergencia en su teléfono que le permite enviar alertas rápidas con su ubicación a sus familiares.
Luisa, ingresó a esta industria hace dos años, decidió desde un principio que solo trabajaría durante el día. “Me di cuenta de que los riesgos aumentan en las noches, especialmente si recoges a personas que salen de fiestas o bares, así que prefiero evitar esa franja horaria por mi tranquilidad”, mencionó.
Para reducir los riesgos, Luisa siempre comparte su ubicación en tiempo real con su familia a través de su teléfono. “ellos pueden ver por dónde voy y si notan que me detengo por mucho tiempo en algún lugar extraño, me llaman para verificar que todo esté bien”, comentó.
También evita conversaciones personales con los pasajeros. “Es mejor mantener la relación estrictamente profesional, no doy detalles sobre mi vida privada ni permito que las preguntas se vuelvan invasivas”, afirmó.
A pesar de las precauciones, Luisa confesó que el miedo siempre está presente. “Una vez recogí a un grupo de hombres que parecían muy agresivos y durante todo el trayecto sentí mucha tensión, pero me mantuve tranquila, traté de no mostrar miedo y afortunadamente, no pasó a mayores pero es algo que siempre queda en la mente”, concluyó.
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Verónica, quien ha sido conductora durante más de cinco años, ha aprendido a usar todas las herramientas de seguridad que ofrecen las plataformas de transporte. “La plataforma tiene una opción para verificar a los pasajeros y siempre reviso su calificación antes de aceptarlos, si veo algo sospechoso, prefiero no aceptar el viaje”, explicó.
Una de las experiencias más difíciles que enfrentó ocurrió cuando un pasajero intentó tomar el control del vehículo. “Ese día realmente sentí miedo, pude manejar la situación bajando la velocidad y hablándole con firmeza, pero desde entonces he sido mucho más cuidadosa”, relató Verónica.
Para autocuidarse, siempre mantiene en su auto una cámara que graba todos los trayectos y se asegura de que esté visible para los pasajeros, “les da la impresión de que todo está registrado, y eso me ayuda a sentirme más segura”, comentó.
Las conductoras subrayaron que para sentirse seguras y apoyadas, se han formado grupos de Whatsapp exclusivos de mujeres conductoras para mantenerse al tanto de cualquier situación de riesgo, pues reconocen que hay casos en los que los delincuentes piden viajes o buscan que las conductoras sean mujeres para intentar atacarlas.
“Hemos formado grupos de WhatsApp entre nosotras para compartir experiencias y avisarnos si alguien se encuentra en una situación de peligro, esa red de apoyo es fundamental”, afirmó Verónica.
Algunas de ellas, incluso optan por buscar pasajes que en su mayoría también sean mujeres para evitar estar expuestas.
Cabe destacar que según las cifras de una conocida plataforma de transporte digital el 34 por ciento de los conductores de plataformas son mujeres, cifra que ha ido incrementando cada vez más.