Más Información
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/eluniversal/LARTG2YY7RFGXF64ZLRK7O5GHY.jpg)
Ante la llegada de la temporada decembrina es común encontrar en diferentes puntos de la ciudad los viveros con la venta de árboles naturales de Navidad; al realizar la compra se recomienda a la población verificar que estos cuenten con el cintillo o certificado que garantice que provienen de un centro regulado.
La especialista Karina Monzalvo, doctora en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y catedrática del Instituto Tecnológico de San Luis Potosí (ITSLP), explicó que actualmente se tiene una idea errónea sobre el uso e impacto que generan los árboles naturales, creyendo que los artificiales son mejores y de menor impacto que los propios que son sembrados para estos fines bajo toda la normativa.
Refirió que para que un árbol artificial pueda considerarse con un uso aceptable tendría que utilizarse al menos durante 20 años, y en promedio se usan únicamente 12 años y se desechan sin el proceso final para evitar que los materiales generen menor daño ambiental, pues la mayoría de procedencia china contienen pvc y sustancias tóxicas, pues cuando se desechan tardan cientos de años en degradarse a diferencia de los naturales.
Explicó que en contraste, los árboles naturales provienen de un vivero natural regulado y tienen muchos beneficios: “por cada árbol talado para este fin se siembran cinco nuevos y se tiene captura de carbono durante todo el tiempo de vida de cada árbol“.
En el tiempo de crecimiento sirven como refugio de especies y captura de carbono, brindan oxígeno, entre otros aspectos.
“Hay mucha desinformación al respecto, se cree que cortar un árbol natural no genera beneficios, pero en este caso que existen centros diseñados para estos fines, es importante que se conozcan los pros y los contras para que la gente haga un adecuado uso de los recursos”, mencionó la especialista.
Finalmente, añadió que además de los naturales y artificiales, hay alternativas con materiales reciclable, o materiales naturales, como los quiotes de Maguey, que son diferentes y amigables con el ambiente, que incluso son opciones incluso más económicas.
De acuerdo a quienes se dedican a la venta de árboles naturales, la popularidad de los mismos ha crecido principalmente entre las nuevas generaciones que son más conscientes de los beneficios que un árbol natural aporta al ambiente.
El costo de un árbol natural oscila entre los 800 hasta los 3 mil pesos, asimismo, existen diversas especies que definen su longitud, tamaño, peso y hasta aroma; los consumidores eligen el que mayor les convenga de acuerdo a su presupuesto, espacio y necesidades de cada hogar.
nancy.hernandez@clabsa.com.mx
