El proceso del esquema de seguridad que plantea el gobierno federal con la creación de la Guardia Nacional y la operación correcta de las 266 zonas en las que estará estructurada su operación, llevará tiempo para que pueda reportar resultados en contra del crimen organizado y reducir eventos como los que se han suscitado recientemente en nuestro país, señaló Luis Alberto Osornio Saldívar, profesor, investigador y coordinador de la carrera de Criminalística de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

El especialista señaló que no es posible hacer que la estrategia funcione en apenas un año, ya que en este momento el país experimenta un proceso de transición y de distensión para poder alcanzar el acoplamiento entre la Guardia Nacional y la coordinación con los estados y municipios, además de que el mapa delictivo también se va transformando y se necesita establecer una logística diferente.

Explicó que los eventos de violencia que se han visto en las últimas semanas, desde Sinaloa hasta la masacre contra la familia LeBarón, son resultado de un reordenamiento de las propias bandas delictivas que se disputan la territorialidad para operar y existe una dispersión de las células.

Osornio Saldívar agregó que dentro del trabajo que se está llevando a cabo para atacar a la delincuencia organizada se tiene que contar en primera instancia con una plataforma legislativa para que no se actué ilegítimamente, para posteriormente crear una plataforma institucional que incluye la formación de rangos que deberán ser distribuidos en las zonas, y que a su vez las entidades den las facilidades necesarias con la coordinación requerida, para que la estrategia pueda consolidarse.

Señaló finalmente que la cobertura deberá consolidarse en los estados, después a los municipios y de éstos hacia los lugares más recónditos como son las comunidades, donde se registran eventos delictivos importantes.

sergio.marin@clabsa.com.mx

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