El problema del pandillerismo sólo puede encontrar un escenario de solución si existe voluntad política de todos los actores estratégicos, (gobernador, presidente municipal, diputados, secretarios de gabinete), ya que sólo a través de ellos y mediante la superación de diferencias partidistas en la conformación de leyes, se reflejaría sin intereses particulares, la edificación de programas dirigidos a solucionar los problemas de los jóvenes, consideró el coordinador de la carrera de Criminología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Luis Osornio Saldívar.

Estimó que la falta de campañas de prevención en el consumo interno de drogas en la zona urbana de la capital de San Luis Potosí y municipio de Soledad de Graciano Sánchez, son causas esenciales del fenómeno del pandillerismo, así como la proliferación de un sistema de narcomenudeo que es directamente engendrado por la desatención grave de las autoridades encargadas junto a la inexacta atención en materia de políticas públicas ejercida por el Congreso del estado.

El especialista sostuvo que ha faltado una mayor comprensión en torno a este fenómeno porque desde el enfoque criminológico la utilización genérica del concepto de “pandillas juveniles” es un tanto delicado, ya que esta misma conceptualización se utiliza para englobar a toda una gama de múltiples organizaciones juveniles de muy diverso carácter y modus operandi, lo que puede conllevar graves distorsiones a la hora de diseñar y poner en práctica políticas públicas.

“Ni todas las pandillas juveniles son violentas como las maras, (de hecho pocas lo son en ese grado); ni todas las pandillas juveniles aún siendo violentas son tan amenazantes para la gobernabilidad democrática”, dijo el investigador de la UASLP.

Osornio Saldívar recordó que los tipos de delitos que más se cometen según la percepción ciudadana en San Luis Potosí son: robos con un 27 por ciento, peleas de pandillas con un 24 por ciento y asaltos a transeúntes con un 22 por ciento.

Apuntó que en San Luis Potosí existe un promedio de 800 colonias, mientras que las cifras de las organizaciones civiles y monitores ciudadanos ubican a casi 400 grupos de pandillas integradas por jóvenes de los once años en adelante, y 7 de cada 10 delitos se cometen en la zona metropolitana del estado.

No obstante, a estas cifras dijo que un muestreo oficial de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) en abril del año pasado, determinó que existen 422 pandillas, de las cuales 260 aglomeran a sies mil 157 integrantes y de 17 se desconoce cuántos integrantes tienen.

Las pandillas llegan a contar hasta con 150 jóvenes o niños incluso y algunas colonias tienen hasta 10 grupos pandilleriles distintos.

Señaló que autoridades municipales indicaron que es un fenómeno social que sería atendido con un programa de proximidad social y una partida de recursos del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (FORTASEG).

Dicho estudio indicaba que la edad promedio de los integrantes de la mayoría de las pandillas era de 17 años, pero también había integrantes de entre 8 y 13 años. Colonias como Las Piedras, Morelos, Guanos, Infonavit-Morales, Las Julias, Progreso, General I. Martínez, Sátelite, Arbolitos y Ciudad 2000, entre otras, es donde más se concentra el mayor número de pandillas y algunos grupos estaban conformados por 20 y hasta 40 integrantes.

Datos de las autoridades en inicios del año 2018, han identificado a más de 60 a 80 pandillas que participan en riñas de manera frecuente, algunas de ellas utilizando armas prohibidas o de fuego.

“Como elementos de estudio y obteniendo como resultado en un primer acercamiento el aumento de la venta de drogas entre las colonias, así como la derivación de las adicciones de enervantes entre los jóvenes son causas directas y detonantes de la violencia urbana, de ahí que es necesario que el diseño de políticas públicas debe estar bien cimentado y que cuente con la participación y colaboración de los entes involucrados para trabajar en los esquemas de prevención para inhibir el consumo de estupefacientes y trabajar en la parte social como son las oportunidades de trabajo, educación y la relación con los padres de familia”, concluyó.

vkc

Google News

TEMAS RELACIONADOS