La iglesia católica no está ajena a los eventos violentos que se dan en México y en San Luis Potosí, pues no es un ente separado del mundo y sufre lo mismo que la sociedad, afirmó el vocero del arzobispado, Juan Jesús Priego Rivera,  al recordar el incremento en las cifras delictivas que la entidad registro durante el año anterior con respecto al 2018, ante lo cual señaló que no es se trata de un problema de descoordinación, sino que el mismo se ha dejado crecer.

El sacerdote comentó que la iglesia ha sido víctima de esta situación al recordar el evento más reciente donde un religioso de la Huasteca fue apuñalado por un sujeto.

“Somos también susceptibles de  ser objeto de violencia y de la delincuencia como  cualquier ciudadano, nosotros no tenemos guardias, no andamos armados, sufrimos la suerte de cualquier ciudadano. Lo que pasa es que hemos minimizado el problema y quizá nuestras autoridades piensan que ya estamos acostumbrados, cada año se supera asi mismo la delincuencia; si el 2019 es el más violento, entonces si bajamos la guardia, el 2020 será todavía más”, apuntó.

Con respecto a los cambios que en política de salud pública ha implementado el gobierno federal, el vocero de la arquidiócesis comentó que independientemente de si se da o no la gratuidad de los servicios, lo importante es que se garantice la atención de las personas, por ello llamó al mandatario estatal a que piense en la salud de los potosinos y se analice la viabilidad de este esquema de salud a través del Insabi.

sergio.marin@clabsa.com.mx

dllo

Google News

TEMAS RELACIONADOS