A pesar de lo que consagra la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la práctica todos podemos votar, pero no todos podemos ser votados, solo personas de perfiles muy específicos son las que logran acceder a las candidaturas independientes, ni se diga en el caso de los partidos políticos, así lo comentó el doctor de la UASLP, Juan Mario Solís Delgadillo, en la presentación de su libro “Candidaturas Independientes en México, una nueva vía para el reciclaje político”.

Durante su intervención señaló que el libro recoge la experiencia de los aspirantes a candidaturas independientes en todo el país durante el proceso electoral 2014-2015, de donde de más de un centenar, sólo uno pudo llegar a obtener el cargo y se identificaron una serie de variables que prácticamente condenan a un aspirante que no se encuentre bajo este esquema.

Expuso que el trabajo de investigación y luego de un proceso metodológico y de algoritmos dio como resultado que para poder acceder a una candidatura independiente tienes que tener al menos una o varias de estas condiciones, ser del sexo masculino, ser adulto maduro es decir de más de 40 años, haber tenido alguna experiencia en algún partido político o en la función pública, que el distrito por el que busca ser candidato sea pequeño y de una gran densidad poblacional y también contar con capacidad económica muy por encima del promedio de los mexicanos.

Detalló que aunque nada es imposible, fuera de estas variables es por demás complicado obtener una candidatura, por ejemplo, de acuerdo a la investigación, las condiciones más extremas que condenarían la búsqueda de un cargo por la vía independiente, sería de una mujer joven, en un distrito rural de gran extensión territorial, que no haya tenido ningún vinculo con el gobierno o partido político y además esté en condiciones de pobreza, bajo ese supuesto, sería prácticamente un milagro que obtenga una candidatura independiente.

Por su parte, el maestro también de la UASLP, Adan Giovanni Laguna López coautor del texto, explicó que otras de las circunstancias que se encontraron durante la investigación y se ha reflejado en el libro es que contrario a lo que pasa en los partidos políticos en donde cuando pierdes una elección prácticamente es tu tumba para siguientes aspiraciones, cuando se va por la vía independiente y se pierde una elección lo más probable es que los partidos políticos formales te tomen en cuenta como perfil con capacidad para afrontar nuevos comicios.

Asimismo se documentó que los partidos políticos de manera más frecuente de lo que se piensa utilizan también las candidaturas independientes para colocar a sus perfiles incluso sin recato alguno, como es el caso de partidos políticos locales que no pueden lanzar candidatos a cargos federales, utilizan la figura para así hacerlo, más allá de las restricciones que como partidos tienen.

Finalmente, coincidieron que aunque parezca una figura fresca y novedosa para aliviar la presión que hay sobre el sistema de partidos y el descrédito en el que se encuentran, la realidad es que las candidaturas independientes o “abiertas” como ellos las nombran en su libro por ser un término más adecuado, no son la solución a nada, existen desde el siglo XIX y aunque en la actualidad logren obtener triunfos electorales, contrario a fortalecer la democracia, la debilitan al hacer los procesos más complicados por no contar con una estructura que los respalde, es decir un alcalde, un gobernador o un presidente de candidatura abierta difícilmente podrá llegar a algún consenso con los órganos legislativos que le correspondan que le permitan maniobrar durante su gestión y un legislador “independiente” difícilmente convencerá a los miembros de las bancadas partidistas de que aprueben una iniciativa que esté impulsando.

vkc

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