Estas fechas son perfectas para romper la dieta. Ya pasamos por el buffet de deliciosos platillos que nos ofrece Navidad y lo que sigue es la fiesta para recibir un año nuevo, la rosca de reyes, los tamales… Si en tus planes está seguir con las grandes comilonas, es mejor que tengas en mente todas las posibles consecuencias que podría sufrir tu cuerpo.

“Cansado y aturdido… así me levante”

Como diría la canción, nos sentimos más cansados de lo común, esto se debe a que el cuerpo envía mayor cantidad de sangre al intestino para poder digerir todo lo que nos hemos comido, por ello que no tengamos energías ni para movernos.

¡Dejen dormir!

Después de un gran banquete, es muy común que nos de mucho sueño. En nuestro cuerpo se activa el mecanismo de “descanso y digestión”, también las comidas con alto contenido de carbohidratos pueden causar somnolencia.

Acidez y reflujo

Cuando comemos mucho y rápidamente, no le damos el tiempo necesario a nuestro cuerpo para realizar de manera correcta el proceso de digestión, produciendo más ácido clorhídrico y tu esófago lo puede sufrir.

La terrible hinchazón

Para muchos es un símbolo de sentirse satisfecho, pero no es así. Cuando hemos ingerido demasiados alimentos, nuestro estómago sufre una distensión, es decir, se ensancha hacia el diafragma y pulmones, lo que dificulta la respiración.

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