El 95 por ciento de los solicitantes de un niño en adopción prefieren a recién nacidos y menores de dos o cinco años de edad, por lo que aquellos pequeños que rebasan esta edad difícilmente son adoptados por una familia, así lo dio a conocer Pablo Loredo Oyervidez titular de la Procuraduría de la Defensa del Menor la Mujer y la Familia (PRODEM).

“Cuando un infante pasa de los cinco años su situación se vuelve difícil, pero hemos estado hablando con los solicitantes en especial con las parejas que llevan tres o cuatro años en lista de espera y les hemos hecho ver que también hay otras niñas o niños que están en espera de recibir amor para que amplíen el margen de edad”, explicó el titular de la dependencia.

Lamentablemente la mayoría de los niños que llegan a los albergues del DIF Estatal o PRODEM lo hacen a una edad mayor a la que prefieren los adoptantes, en su mayoría con problemas de violencia intrafamiliar, padres con drogadicción, abusos, entre otros factores.

“En algunas de la ocasiones recibimos niños mayores de edad, por lo que no existen las condiciones necesarias para garantizar que vamos a tener bebés”, manifestó Loredo Oyervidez.

Precisó que actualmente la PRODEM  tiene a tres niños en espera de adopción cuyo proceso legal tarda entre dos y tres meses.

“Cuando se asigna un niño el trámite judicial es muy corto y el proceso incluye que se cambie su acta de nacimiento, es decir, que tenga afiliación con sus nuevos papás”.

Loredo Oyervidez precisó que aún y cuando estos niños continúan en los albergues o casas hogar en espera de una familia, el gobierno estatal a través de PRODEM y DIF tienen la obligación de hacerse cargo de su manutención y crearles un proyecto de vida hasta que puedan valerse por si mismos.

“Cuando no se pueden colocar es responsabilidad nuestra hacerles un proyecto de vida, les estamos dando becas para ofrecerles educación a todos con la finalidad de darles las herramientas para enfrentar la vida”.

Los niños enfermos o con alguna discapacidad tienen menores posibilidades de ser adoptados y la mayoría de ellos son abandonados por sus propias familias, sin tener la certeza de encontrar una nueva familia que los pueda ayudar en su proceso de formación, a pesar de contar con certificados de idoneidad para su adopción.

Actualmente la lista de espera de quienes desean adoptar a un niño supera las mil personas, mismas que deben ser sometidas a investigación previa en el ámbito social, económico, familiar y psicológico, lo cual conlleva un proceso largo.

maria.hernandez@clabsa.com.mx

vkc

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