Las principales calle del Centro Histórico se vistieron de luto por la muerte de Jesucristo. A través del recorrido silencioso que dos mil personas, fieles devotos a la virgen de la soledad realizaron para acompañarla en señal de luto.

Para este 2018 participaron 30 cofradías, incluidos los costaleros, quienes llevan en sus hombros las imágenes religiosas, partieron con gran solemnidad desde la iglesia del Carmen para efectuar un trayecto de casi dos horas por las principales calles del primer cuadro de la ciudad.

Miles de visitantes nacionales y extranjeros fueron testigos de la Procesión del Silencio, que a lo largo de 65 años se realiza en San Luis Potosí.

La guardia pretoriana hizo acto de presencia y uno de los centuriones toco a la puerta al tiempo de sonar las campanas, lo que marcó el inicio de la Procesión del Silencio

Destacó principalmente la virgen de la Soledad que lleva una gran cantidad de cirios encendidos. Se trata de una escultura de 1.8 metros de altura, lleva su rostro afligido y una daga que es precisamente el símbolo que le atraviesa su corazón manifestando así su dolor, además porta un vestido negro y un manto bordado a mano.

Debido a que su peso es de una tonelada, (es la más pesada de todas las imágenes), por ello se requieren 44 personas entre costaleros y horquilleros para llevarla por varios kilómetros de recorrido.

Paso a paso las personas que van encapuchadas renuevan el recuerdo del Viacrucis, que alude a las 14 estaciones que realizó Jesús desde que fue capturado hasta su crucifixión y su posterior sepultura.

Los horquilleros apoyan la labor de descanso de los costaleros, y los penitentes o cofrades que visten capucha y hábito de diferentes colores según la cofradía a la que pertenezcan, además las mujeres portan el rebozo característico de San Luis Potosí, mientras uno de los penitentes portan la cruz guía y otro el estandarte que los identifica.

Tambores y trompetas, estremecieron a quienes apreciaron el paso del contingente de dolientes, integrados por las cofradías desde niños pequeños llamados nazarenitos, hasta charros y mujeres de todos los estratos sociales portando rebozos potosinos.

Durante el recorrido se pronunciaron pregones y saetas que hacen detener al contingente en las calles de Universidad, Galeana, Independencia, Carranza Aldama, Madero y Manuel José Othón. El recorrido terminó justo donde inició, hasta la llegada de la última cofradía para cerrar la puerta del Templo del Carmen.

cgm

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